En este retorno a la normalidad, donde muchos teatros ya abrieron sus puertas, La jaula de las locas será el primer musical de gran formato que dará funciones en la Ciudad de México, aunque su productor asegure que no es rentable pero sí una necesidad.

“No salimos de gastos a 30%, es un esfuerzo muy grande y yo como productor estoy echando mano tanto del streaming, que ya se hizo y del que vamos a tener, para combinar y que sea redituable. También voy a lanzar una campaña en Fondeadora, para pedirle a los fans y el público que nos quiera ayudar en lo que esto termina, porque de esta obra dependen 70 empleos directos, es difícil, es un reto, pero es necesario, porque no estar en un teatro y no hacer lo que estás acostumbrado hacer es terrible”, dijo Juan Torres, productor de la obra.

Explicó que irán anunciando semana por semana las funciones que se darán, debido a que deberán estar pendientes del estatus del semáforo epidemiológico y los anuncios que hagan las autoridades al respecto.

Las primeras funciones con público que tendrá el musical será el 31 de octubre a las 17: 30 horas; posteriormente se tendrá otro streaming el 20 de noviembre.

Habrá actores que interpretarán hasta tres personajes dentro del musical, como Carlos Pulido, Rogelio Suárez, Mario Sepúlveda y Rubén Branco; esto ayudará a rotar elenco y disminuir el riesgo de contagio, aunque cada semana se tomarán pruebas rápidas del Covid-19 y durante la semana previa a cada función, se monitoreará la salud de actores, equipo técnico y de producción.

“Previo a los streaming y a los cuatro días de sanitización, se ha hecho en este teatro un trabajo de dos meses. Tuvimos el permiso de abrirlos hasta finales de agosto, pero ha sido paulatina la apertura; a veces las autoridades ignoran de qué se trata abrir una obra, si estás encerrado seis meses hay que volver a ensayar, y sobre todo implementar los protocolos, porque queremos evitar a como dé lugar un contagio”, comentó Torres.

Como en todo musical la mayor parte del tiempo los actores deben estar cantando, lo que hace que emitan más aerosoles, pero Torres asegura que no es peligroso ni para el elenco ni para el público, porque como están marcadas las cosas, nunca cantan de frente a los asistentes.

Juan Torres también explicó que se hicieron leves modificaciones al montaje, tanto en trazo escénico como en los números musicales, se quitó uno para acortar la duración, pero esto no afecto la trama de la obra.

El Teatro Hidalgo es el primer sello de teatro seguro, para mantener esta calificación se han colocado 82 despachadores de gel antibacterial por todo el recinto, tapetes sanitizadores, toma de temperatura, tres arcos desinfectantes, uno en la entrada, otro al entrar a sala y uno en el backstage para los actores, cada vez que entren o salgan a escena serán desinfectados.

El 21 de noviembre este músical llega a su quinto aniversario, y Torres espera festejarlo con una función presencial, y no descarta seguir con las transmisiones.

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