
erika.monroy@eluniversal.com.mx
A menos que sea un concierto acústico o de música clásica, el público usualmente canta, brinca, corea y lanza gritos en el recinto a sus artistas favoritos en cuestión. Entonces, ¿por qué habrían caras largas en un evento así?
En el concierto de Reik del jueves por la noche, no todos estaban ahí para disfrutar de la música. Desde caballeros, hasta algunas damitas, se quedaron sentados con rostros sin mucha emoción.
Incluso había quien estaba abrazado a su querido en turno y ni así lograba esbozar una leve sonrisa.
Mientras otros gritaban y cantaban las canciones del trío, otros se quedaban en una dimensión distinta.
Algunos por complacencia o a la fuerza, otros por compromiso o con problemas sobre los hombros fueron los que se quedaron fuera de aquella celebración.
Los integrantes de Reik celebraban que sus fans fueran altruistas y pagaran un boleto para apoyar a los damnificados del sismo del 19 de septiembre.
“Sepan que pagaron un boleto que va para una causa importante. Más que una ayuda para los afectados por el sismo, el mensaje es que el amor es lo que finalmente nos une a todos. Lo que sucedió en el sismo fue algo bien importante. Todo el mundo nos volteó a ver. Hay que recordar eso, ayuda porque no sabes cuándo vas a necesitar al otro”, dijo Bibi durante el show.
Con un Auditorio Nacional casi lleno, Reik hizo corear a sus fans, sentirse románticas y ayudarles en la terapia de post rompimiento.
Canciones como “Noviembre sin ti”, “Invierno”, “Yo quisiera”, “Niña”, “Voy a olvidarte”, “Tu mirada”, fueron las pistas que siguieron los fanáticos.
Durante el show tuvieron de invitada a Beatriz Luengo, cantante española que interpretó “Más que suerte”, junto a Jesús Navarro.
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