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La música no conoce de límites y eso quedó demostrado en el segundo día del Electric Daisy Carnival. Dillon Francis realizó una amplia mezcla de sonidos y canciones durante su presentación en el escenario Kinetic Field, pero el momento más coreado fue cuando el DJ utilizó el tema “La nave del olvido” de José José.

La canción del Movimiento Naranja también fue una de las protagonistas de la noche, la cual demostró que su éxito casual llegó a oídos extranjeros. Francis también navegó entre el merengue, la música de Rihanna, J Balvin e incluso un tema popular de los 90 a cargo de los Vengaboys, así como “Gasolina” de Daddy Yankee. Para finalizar, con el cantante Fuego interpretó su más reciente sencillo, “We the funk”.

Otro de los que causaron furor fueron el DJ Slander, quien se presentó antes de Francis, y el DJ mexicano Lemarroy, quien se adueñó del Dos Equis Stage.

“¡Hagan un poco de ruido México!”, gritó en su turno Slander, teniendo como respuesta gritos y aplausos. El músico también aprovechó para agradecer la presencia de su padre, quien se encontraba entre la multitud.

Otros de los artistas que desfilaron en los escenarios Neon Garden, Wasteland, Upside Down House, Circuit Grounds y Parliament Art Car, fueron el trío británico Above & Beyond, Deorro, Marshmello, Cabizbajo y Rosa Pistola, quienes complacieron a los 110 mil fans reunidos entre los 8 escenarios del Autódromo Hermanos Rodríguez, donde tocaron 85 artistas durante más de 12 horas.

El precio de ser millennial. Además del costo de la entrada al festival, un fan de la música electrónica tiene que presupuestar una tajada extra.

El placer de estimular a los sentidos viene aderezado por un elixir de cebada, cuyo costo llega hasta los 120 pesos, mientras que el precio de una orden de cinco tacos de canasta era de 70 pesos. A ello habría que sumarle un paseo por la rueda de la fortuna, el recuerdo o simplemente más litros de cerveza.

Para los millennials es vital compartir en sus redes sociales las experiencias. No importa enseñar piel, lucir estrafalario o invertirle a un disfraz. Las mujeres van desde tiernas, fashion y hasta trendies, pasando por aquellas que presumen las medias de red y las pezoneras.

En esta quinta edición del evento musical, la presencia de menores de edad se hizo más evidente que en otros años. Muchos llegaron en grupo disfrazados como Batman, Superman, Marshmello, Mario Bros. y hasta de galleta de jengibre, mientras que otros prefirieron pintarse en el pecho el nombre de su DJ favorito o portar máscaras de ellos.

Los guiños juveniles a memes y politiqueras continuaron y al hacerse tan populares en la primera jornada, se multiplicaron y hasta hubo competencias.

Los danzantes recorrieron la pista de carreras, gritaron, entraron en el trance que produce la música de los DJ y hablaron en inglés con malas palabras anglosajonas. Así se vivió el EDC.

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