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En la búsqueda de que la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) sea económicamente autosuficiente, se pretende crear un programa de amigos de la institución que anualmente otorga el premio Ariel.

Mónica Lozano, quien asumirá el cargo de presidenta en noviembre próximo, subraya la necesidad de buscar recursos que permitan a la AMACC operar en todo sentido.

La Academia no solamente entrega premios a lo mejor del cine nacional, sino que también organiza foros y clases magisteriales.

“Hay que diseñar ese programa para que haya financiamiento, buscar donativos y colaboradores y hacer sustentable a la Academia, además seguir en conversaciones con las autoridades para encontrar los mecanismos de apoyo suficientes”, externa Lozano.

Actualmente, los recursos principales del sector proceden de la Secretaría de Cultura y han ido decayendo: si en 2016 recibió de las autoridades más de 10 millones de pesos, para 2018 bajó a 4 millones.

Lozano sustituirá en el cargo a Ernesto Contreras, realizador de Párpados azules y Café Tacvba: seguir siendo, quien estuvo al frente en los últimos dos años.

Actualmente, la productora de Amores perros asiste a las mesas de trabajo que en la Cámara de Diputados se realizan para elaborar una nueva ley de cine.

“Hay nuevas formas de consumo, nuevos públicos y paradigmas (como las plataformas digitales), confío en que hay voces muy importantes que se están manifestando, hay que hacer un trabajo en las cámaras con los representantes de los ciudadanos”, subraya la productora.

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