Gael García Bernal se convierte en fan por una noche.

Gael García Bernal, tan acostumbrado a ser vitoreado y aplaudido, se tomó un respiro este fin de semana para convertirse en fan. El actor mexicano es seguidor de la música de Marlango y aprovechó que el dueto español se presentó en el Lunario del Auditorio Nacional para acudir al show. Acompañado de su madre, la actriz Patricia Bernal, de un par de amigos y una rubia que acepta el adjetivo de despampanante, Gael llegó puntual, pidió una botella para compartir y aplaudió al son que tocó Marlango.


Adexe y Nau madrugan.

Al que madruga, Dios lo ayuda y parece que a su corta edad, Adexe y Nau lo han aprendido bien. En su reciente visita a la Ciudad de México para promocionar su disco Tú y Yo, los cantantes españoles no dudaron en complacer a sus fans, unos de ellos quienes los recibieron en el aeropuerto a las 4:30 de la mañana que arribaron a la capital. Fuera de dormir, los españoles se pusieron a trabajar desde temprana hora y todo, con el fin de consentir a sus fans, quienes en menos de dos años han conseguido pasar del éxito viral a hacerse un lugar en el género urbano.


El irresistible Carlos Rivera.

Nadie se resiste a los encantos de Carlos Rivera, ni siquiera la conductora Natalia Téllez, quien fue conductora de Las Lunas del Auditorio y no perdió oportunidad para sabrosearse al actor enfrente de las cámaras ni pedirle que bailara un poco. Lo curioso es que nos encontramos en un momento en el que, si hubiera sido lo opuesto (lanzar todos los piropos a una mujer o pedirle que bailara ante las cámaras) tal vez se hubiera tomado como una situación incómoda. Recientemente Maluma también fue criticado por negarse a besar a una fan que subió al escenario y se fue sobre él. ¿Y si hubiera sido al revés, y un hombre hubiera intentado besar sin su consentimiento a una cantante? Esperemos que pronto encontremos el equilibrio en este tipo de situaciones que ocurren constantemente en el mundo del espectáculo.

Ritual de Paul McCartney antes de salir al escenario.

Paul hace un par de cosas antes de subir al escenario, la primera es inhalar el vapor de agua caliente, pues le dijeron que era lo mejor para limpiar su laringe. Eso lo aprendió al ver a Little Richard hacerlo cuando Paul era niño y vivía en Edimburgo, Escocia. Recordó que ese cantante tenía una tetera llena de agua caliente en el fregadero, se ponía una toalla sobre la cabeza y luego inhalaba los vapores, por lo que ahora McCartney hace eso y se ha convertido en parte de su ritual. La segunda cosa que hace es gárgaras con agua salada, pero dice desconocer si esto hace algo por su voz.

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