Pedro Infante Cruz

, protagonista de películas como “Nosotros los pobres” y “Los tres García”, nació el 18 de noviembre de 1917, en Mazatlán, Sinaloa, en el seno de una familia humilde conformada por el músico Delfino Infante García y María del Refugio Cruz Aranda, además de ocho hermanos.

El hijo de Doña Refugio nació siete años después del estallido de la Revolución Mexicana, en 1917, fue el tercero de catorce hermanos. En 1919 se instaló con su familia en Guamúchil, Sinaloa, dejando atrás Guasave y Nayarit.

En 1932, se integró a la Orquesta Estrella de Culiacán y, en 1939, emigró a la Ciudad de México, donde obtuvo un contrato con la XEW, tras lo cual brilló en el cine por encima de tramas absurdas y personajes hechos a su medida.

En 1935 llegó al Distrito Federal, con su esposa María Luisa León, con quien tenía una hija, Guadalupe. Buscó una oportunidad en la XEB.

El hombre de bigote y carisma maternal interpretaba canciones de José Alfredo Jiménez, Cuco Sánchez, Rubén Fuentes y Chava Flores.

La carrera del mil amores estaba por iniciar: filmaría 45 películas, grabaría 322 canciones, sería pieza clave en las cintas de Ismael Rodríguez, ganaría el Oso de Plata en Berlín.

Luego de su primera reunión con el director Ismael Rodríguez en "Escándalo de estrellas" (1944), llegaron varios títulos como "Nosotros los pobres", con los que su figura quedó grabada en la historia del cine mexicano. A partir de ese momento, sus filmes y canciones se afincaron en el corazón de la gente.

Supo personificar a un carpintero, un charro, un mecánico, un cura o un boxeador; encarnó la tragedia, la adversidad, la miseria y la injusticia. Se hermanó con los pobres.

Se convirtió en el actor y cantante más famoso de esa etapa del cine nacional, al participar en películas como "Cuando lloran los valientes" (1945), "Soy charro de rancho grande" (1947), "También de dolor se canta" (1950), "El inocente" (1955), "El mil amores" (1957) y "¡Viva mi desgracia!" (1943).

Además de "Vuelven los García" (1946), "Cartas marcadas" (1947), "Dicen que soy mujeriego" (1948), "La mujer que yo perdí" (1949), "El gavilán pollero" (1950), "El enamorado" (1951) y "Los hijos de María Morales" (1952), entre otros.

El actor y cantante se volvió un icono de México sobre todo por su actuación en la trilogía: "Nosotros los pobres", "Ustedes los ricos" (1948) y "Pepe El Toro" (1952).

Por el largometraje "Tizoc" (1956), en el que participó al lado de María Félix, obtuvo el Oso de Oro en el Festival de Berlín y un Globo de Oro a Mejor Película Extranjera.

Entre sus producciones más recordadas se pueden citar también: "Los tres García" (1946), "Los tres huastecos" (1948), "¡A toda máquina!" (1951), "Un rincón cerca del cielo" (1952), "Escuela de vagabundos" (1954), "Pablo y Carolina" (1955), "Dos tipos de cuidado" (1952) y "¿Qué te ha dado esa mujer?" (1951).

Algunas de sus canciones más reconocidas y aún vigentes son: "Amorcito corazón", "Dicen que soy mujeriego", "Cielito lindo", "Despierta", "¿Qué te ha dado esa mujer?", "Carta a Eufemia", "Cien años" y "Yo no fui", por citar algunas.

Sobre su vida sentimental, se sabe que se casó sólo una ocasión y fue con María Luisa León. Pero tuvo otras parejas, entre ellas Lupita Torrentera, con quien procreó dos hijos: Pedro y Lupita. En 1939 inició una relación con la actriz Irma Dorantes, con la que tuvo otra hija llamada Irma.

Durante su carrera, también ganó un Ariel por parte de la Academia Mexicana de Cinematografía, en la categoría de Mejor Actor por su papel en "La vida no vale nada" (1954).

El 15 de abril de 1957, Pedro falleció en un accidente aéreo. Viajaba como copiloto de un B-24 Liberator, mismo que partió de Mérida, Yucatán, con destino a la Ciudad de México, y que se desplomó poco después de despegar.

El cuerpo del ídolo de Guamúchil medía 1.70 metros, después del desplome del avión XA-NUN de TAMNSA, ocurrido a las 7:54 horas del 15 de abril de 1957 se redujo a 88 centímetros, así lo consignó Marco A. Campos en su crónica publicada en Confabulario de EL UNIVERSAL, el 7 de abril de 2007.

El mito de Pedro Infante sobrevivió y se arraigó como el recuerdo de la tragedia.

Era un travieso En 1955, Silvia Pinal y Pedro Infante protagonizaron la película "El inocente", pero este concepto es lo que menos definía al llamado "Ídolo de México", según palabras de la propia actriz.

"¡Qué inocente ni qué nada, era un travieso! No se me olvida que cuando estábamos en locación mientras rodábamos la película en Acapulco, él se comió los tamalitos típicos de pescado que me llevaban y que estaban riquísimos, aún los hacen, son pequeñitos", platicó la actriz en abril de 2014, en el 57 aniversario luctuoso del "Ídolo de Guamúchil"

La travesura de Pedro ocurrió mientras ella esquiaba en el mar durante una pausa de la filmación a cargo del director Rogelio A. González Jr.

"Cuando regresé tenía hambre y ya no había nada de tamales, él se los había comido todos porque era muy tragón", recordó Silvia Pinal entre risas.

En total, Pedro Infante y Silvia Pinal filmaron cuatro películas juntos: "La mujer que yo perdí" (1949), "Un rincón cerca del cielo" (1952), "Ahora soy rico" (1952) y "El inocente".

Fue en esta última producción donde más convivieron, ya que en los filmes anteriores coincidieron en pocas escenas y Silvia hacía personajes coestelares.

Sobre los rumores de que para conquistarla, Pedro Infante le llevaba serenata, la actriz, a quien cariñosamente llamaba " Chivita", afirmó que nunca ocurrió así, aunque sí le cantó al oído.

" Pero únicamente fueron los temas de la película ‘El inocente’, las que dirigió el maestro Manuel Esperón, y fue para ensayar ", aclaró.

Con información de Notimex

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