Los invitados comenzaron a llegar desde las 18:00 horas, en el Antiguo Hotel Reforma, donde eran recibidos por un túnel en el cual se proyectaban intensas imágenes y desde ese momento la gente podía tomarse selfies.

La experiencia de Takis daba inicio apenas se entraba al lugar, con un videojuego en el cual los más intrépidos mostraban su habilidad con la patineta, al pasearse por las calles de una ciudad recreada a través de realidad virtual.

Un imponente escenario se levantaba en lo que era el lobby del hotel, donde la gente podía esperar a que diera inicio el espectáculo, mientras degustaba lo que se ofrecía en el Takis Lab, un espacio donde la gente encontraba diversos alimentos y bebidas, cuyo elemento principal era Takis en sus diversas modalidades.

Quienes pensaban que Takis sólo se podía comer directamente de su empaque, se sorprendían por las múltiples combinaciones que se podían hacer con palomitas, chamoy o salsa de tamarindo. Pero su versatilidad no terminaba ahí, porque también se usaron en donas, cupcakes, esquitakis (esquites combinados con Takis, gomitas, pepinos, jicama, etcétera), hot dogs y Takis tacos.

Lo que más éxito tuvo en Takis Lab fue el Tarot Takis, donde una adivina a través de las cartas, preparaba una bebida personalizada que los visitantes probaban de inmediato y además se llevaban un obsequio; también los helados con conos escarchados con Takis fueron la sensación, por combinar dulce y salado.

Para completar el outfit antes de pasar al primer piso, donde había actividades muy divertidas sobre todo para los invitados jóvenes, éstos pasaban a un espacio donde podían llevarse gorras, chamarras, playeras o sudaderas, con su distintivo de invitado especial, así salían del espacio listos para seguir con la diversión.

La fiesta de Takis tuvo áreas pensadas para todos, en el primer piso de lo que era un hotel la gente podía encontrar una zona con sillones, sillas y mesas, donde pudieron convivir con sus amigos o conocer gente nueva, mientras escuchaban la música electrónica que ambientaba el lugar.

Pero si el esperar el espectáculo cómodamente sentados no era el plan, los asistentes podían probar las diversas actividades que se prepararon para ellos, comenzando por el Fuego Room. Cual si fuera una escena del 007, en este cuarto los asistentes pudieron jugar a cazar Takis en un escenario en penumbras y láseres que tenían que sortear, el objetivo era hacerse de tres bolsas de Takis, sin mover los objetos que ahí estaban; así los ocho participantes que jugaban por ronda se arrastraban, brincaban, rodaban, pero sobre todo se reían de lo que tenían que realizar para ganarse un premio.

La zona Dtm Yourself fue una de las más concurridas, porque quien entraba ahí se encontraba con expertos en belleza que los ayudaban a embellecerse con coloridas extensiones de cabello, maquillaje en tonos neón, tatuajes temporales y hasta aplicaciones de pedrería para los dientes, para después lucirlos en un escenario con un peluche gigante o podían pasar directo al Selfie Room.

Con el Selfie Room el arte se hizo presente, porque se trataba de una video instalación, donde los asistentes podían ver su imagen en diversas pantallas que contaban con efectos digitales, los cuales regalaban retratos coloridos y diferentes, pero además cada una explicaba la concepción que tiene el hombre del cuerpo, el alma y lo espiritual, aunque la gran mayoría se centró en lo que ofrecían para realizarse una buena selfie.

Cerraba con broche de oro con el Room Intenso, que hizo honor a su nombre debido a la experiencia inmersiva que ofrecía, pantallas led colocadas de piso a techo, recrearon lo intenso del picante con la imagen del fuego y los Takis saltando hacia él, efecto que se duplicaba por el piso de espejos que ofrecía un escenario para grandiosas selfies, además quien quisera podía jugar un poco con el espiral de Takis, con un sencillo juego donde, usando sus dos manos y un pequeño dispositivo, hacían que el mayor número de Takis se concentraran en un lugar.

El momento fuerte de la fiesta llegó pasadas las 20:30 horas, cuando en el escenario de la planta baja llegaron los DJ Bonhaus, SBM y B3B Kid, comenzaron a hacer mezclas con temas de Bad Bunny, Rosalía, J Balvin, entre otros, hasta poner el beat de la noche, mientras se iban turnando en la tornamesa.

La gente bailaba no sólo en la pista, también los hicieron en los pasillos o mientras estaban haciendo fila en el Takis Lab, y si no les daba el ritmo, cantaban las canciones que conocían. La celebración se prolongó pasadas las 23 horas, cuando la gente comenzó a abandonar el lugar, pero todos llevaban en sus manos algún regalo de esta noche donde hubo De todo mucho.

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