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En la actualidad las mujeres tienen la oportunidad de interpretar —no solamente en la ficción sino en la vida real— papeles que rompen con los estereotipos en torno al sexo femenino. Así lo considera el cineasta Philippe Falardeau.

Para el director este fue uno de los motivos que lo llevaron a dirigir Chuck, cinta que retrata la vida del boxeador que logró tirar a la lona a Muhammad Ali.

Luego de presenciar esta pelea, Sylvester Stallone se inspiraría para escribir Rocky.

“He estado haciendo películas con protagonistas hombres y fuertes y cuando leí Chuck no era exactamente lo que estaba buscando pero pensé en que teníamos el potencial de dos mujeres que no son víctimas”, explica.

La película protagonizada por Liev Schreiber se presentará en la Muestra de cine de Quebec, que se realizará del 15 al 25 de febrero en la Cineteca Nacional.

En la ficción, Elisabeth Moss y Naomi Watts interpretan a la segunda y tercera esposa de Wepner,    quienes retratan la importancia que tuvieron en la vida de Wepner.

“Moss y yo discutimos que estábamos de acuerdo en que su personaje debía ser inteligente, de mentalidad fuerte. La realidad es que Chuck es un niño a pesar de ser un hombre musculoso y él necesitaba alguien como ella en su vida”, comenta.

“Para mí es importante porque creo que la mayoría de los papeles de esposas en la televisión son muy pobres pero nos estamos moviendo hacia personajes más interesantes”, considera.

El cineasta, que en 2011 estuvo nominado a los premios de la academia por su película Monsieur Lazhar, ve no sólo en la industria cinematográfica sino en la vida cotidiana una mayor presencia femenina en lugares en los que anteriormente se tenían relegadas.

“Creo que es genial, es tiempo; un balance que debió haber pasado hace 20 años.

“Yo disfruto la perspectiva femenina en una historia. No significa que todas las películas vayan a ser buenas pero de todos modos hay muchas películas malas de hombres. Necesitamos permitir esta voz de las mujeres en el cine, en los libros y en el mundo en general”, afirma.

Falardeau ve en su lugar de origen un panorama alentador:

“Incluso en Montreal después de que saliera a la luz lo de Weinstein algunas mujeres salieron a ser productoras, directoras de televisión. Son consecuencias aquí en nuestra cultura y espero que sea así en otros países”, señala.

Aunque Chuck es una historia americana y no canadiense, Falardeau ve en su participación en el festival de cine de Quebec una oportunidad para ayudar a su cultura y una manera de acercarse a la mexicana que, considera, es muy parecida.

“No somos americanos, tenemos otro idioma y otra forma de vida. Tenemos relaciones difíciles con nuestros vecinos: económicamente, culturalmente, ahora con Donald Trump y creo que de varias formas los mexicanos y canadienses estamos en el mismo lado y especialmente los franco-canadienses porque no tenemos la misma lengua, tenemos diferente perspectivas”, señala.

“El cine es una ventana para aprender a conocernos mejor entre nosotros”, agrega.

Falardeau adelantó que su próxima cinta será basada en el libro My Salinger Year el cual, además de estar escrito por una mujer —Joanna Rakoff— significará su primera película con una protagonista femenina.

El precio de la fama. Aunque fue su punto de partida, la historia creada por Sylvester Stallone dista de lo que realmente vivió Wepner, y Falardeau lo aclara.

“Creo que Stallone tuvo una difícil relación con Wepner. Él hizo muchas películas de Rocky y ganó mucho dinero. Wepner no recibió nada.

“Para ser justo con Sylvester, Chuck no es como Rocky Balboa. No puedes decir que es la misma persona, ciertamente Stallone sólo se inspiró en la pelea con Muhammad”, explica.

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