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Los Ángeles.— Cuando uno se sienta a hablar con el director Ang Lee, por momentos se olvida que el cineasta se ha alzado en tres ocasiones con el premio Oscar. Se le percibe tranquilo, con una leve sonrisa y una voz pausada.

Su primer premio de la Academia lo recibió por El tigre y el dragón, como Mejor película de habla no inglesa, en aquella premiación del 2000 en que el mexicano Alejandro González Iñárritu también competía con su Amores perros. A ella le siguieron Secreto en la montaña en 2005 por Mejor director y la aclamada Una aventura extraordinaria (Life of Pi), también como director.

En esta ocasión, el cineasta nacido en Taiwán toma asiento para hablar de su más reciente película en la que, como era de esperarse, ha apostado por un derroche de tecnología: Proyecto géminis, con Will Smith como protagonista.

¿Le da miedo aventurarse con un nuevo proyecto?

“Por supuesto, siempre da miedo”, comenta con una sonrisa.

“Pero en algún punto lo que haces es que tienes que estar muy enfocado en ello y olvidarte de todo eso que te asustaba. Te da miedo antes y después de dirigir una película, en el medio es por eso que las hacemos, nos gusta, es muy emocionante para nosotros y creo que eso aplica para todos los cineastas, no hay diferencia”, dice a EL UNIVERSAL.

El estreno de la película, que llega a los cines este viernes, también es una especie de regalo de cumpleaños. Lee estará celebrando sus 65 años el próximo 23 de octubre y los recibe con buen humor.

“¡En dos semanas seré un ciudadano de la tercera edad! Me siento viejo”, bromea y entre risas reitera el poder que tiene el cine en su vida.

“Amo hacer películas, me da frustración pero también me mantiene con vida, esa es mi vida, es un esfuerzo honesto pero es lo que amo hacer”, señala.

Un proyecto ambicioso. Un día antes de que el cineasta reciba a EL UNIVERSAL en las entrevistas que se realizan en Los Ángeles con motivo de Proyecto géminis, se pasea tranquilo usando una gorra, llega al restaurante del hotel Four Seasons y se sienta a desayunar en una mesa al aire libre como cualquier persona pero apenas llega la hora y la agenda del día y comienza a hablar de los avances tecnológicos de su nueva película, que fue rodada a 120 cuadros por segundo y cómo fue trabajar con un elenco que incluye a Mary Elizabeth Winstead, Clive Owen y Benedict Wong... además claro de los dos Will Smith —el de 50 y tantos años y el de 23—.

Para la cinta de Paramount se creó de manera digital un clon del protagonista basado en sus propios gestos. El esfuerzo realizado va de la mano de un equipo de efectos especiales en el que figuran nombres como el de Bill Westenhofer —ganador del Oscar por Life of Pi— y Guy Williams —detrás de títulos como Iron Man 3—.

“Crear a Will Smith fue muy difícil”, apunta.

“Él tenía que conducir la actuación, sólo pensar en abocarnos en el joven Will no es suficiente, tuvimos que buscar referencias en sus viejas películas, en su propia vida, en diferentes personajes, en la forma en que él solía actuar, en todo eso, y en sentirse joven, el pretender que era joven era algo difícil de hacer”, explica Lee.

“En la animación final, en la textura que le pusimos, era cómo poder capturar el encanto de Will, eso fue realmente lo más complicado”.

“Espero ayudar a crear un camino para una diferente forma de experimentar el cine, las películas son la fantasía que amamos, era genial antes y ahora veo que hay otra forma de consumirlas también”.

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