Carlos Villagrán está a poco menos de dos meses de cumplir sus 79 años y el actor continúa disfrutando su presente en compañía de su familia, con quien suele compartir algunas postales en su cuenta de Instagram, donde lo siguen más de 507 mil personas. El humorista es uno de los más queridos del elenco original de .

Otro de los actores que inmortalizaron el programa fue Ramón Valdés , quien encarnaba a y que falleció a los 63 años de un cáncer de estómago. Pero según sus hijos, la enfermedad que acabó con su padre fue más bien un cáncer de huesos. El comediante que interpretó al personaje que no podía pagar la renta y que era padre de “La Chilindrina”, es uno de los recordados con mucho cariño por sus fans.

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¿Qué le dijo Ramón Valdés a Carlos Villagrán antes de morir?

La relación entre “Quico” y “Don Ramón” no fue la mejor dentro de la ficción. Y muchas veces “Doña Florinda” terminaba dándole cachetadas al padre de “La Chilindrina” sin sentido. Pero algunos de los actores del elenco del “El Chavo del 8” , traspasaron esas relaciones conflictivas a la vida real.

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El caso de Villagrán y Valdés no fue ese, ya que los comediantes eran muy amigos y mantuvieron una relación de cordialidad siempre. Pero antes de morir el segundo, se grabó un capítulo de “¡Ah Que Kiko!” que fue perturbante (y premonitorio) para muchos televidentes. La última escena que grabó el padre de “La Chilindrina” tuvo lugar en un panteón de noche, en donde estaba buscando a Quico.

En medio del recorrido del escalofriante sitio ficticio, el personaje se pierde entre una bruma y no se lo vuelve a ver. En la vida real, Valdés murió el 9 de agosto de 1988 a causa de su enfermedad y en el último encuentro que tuvo con Carlos se dio una conversación muy particular, que el actor de 78 años aún recuerda y ha compartido en algunas entrevistas.

Como Ramón estaba muy desmejorado físicamente por su afección, quien interpretó al hijo de “Doña Florinda” lo abrazó en un momento de intimidad de amigos y soltó unas lágrimas de tristeza. La respuesta del enfermo en su momento fue: “Ya no llores cachetón. Allá te espero... Allá abajo”. Pero por muy angustiante que suene lo dicho, el actor se refería a la entrada del hospital, no al infierno, ya que él tenía esperanza y mucha fe de que podía mejorar pronto. Algo que no sucedió y hasta hoy sus compañeros de elenco lo siguen recordando y homenajeando con mucho cariño.

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