A la familia Larrea, poseedora de la tercera fortuna más grande México, no sólo les gusta Miami para relajarse, pues tienen algunas propiedades, también les gusta para hacer negocios. Hace unas semanas, abrieron su primer Cinemex en territorio estadounidense, en el Brickell City Centre de esta ciudad, y ayer anunciaron una de sus mayores adquisiciones de los últimos años: la del Florida East Coast Railway, el operador regional de trenes más grande de Estados Unidos, por el cual van a pagar 2 mil 100 millones de dólares.

La primera lectura de la expansión de los Larrea en Estados Unidos es obvia: diversificación. Sin embargo, no deja de llamar la atención el timing (en pleno inicio de la era Trumpista) y los desencuentros que han tenido con el gobierno de México tras su intento infructuoso de entrar al negocio de la televisión abierta y tras el linchamiento que sufrió su empresa minera, Grupo México, por el derrame de 40 mil millones de litros de sulfato de cobre en el río Sonora. Un ex directivo del poderoso grupo que preside Germán Larrea, añade otra hipótesis: el temor de que Andrés Manuel López Obrador llegue a la presidencia en 2018.

En esta columna ya hemos hablado de la estrategia que han seguido algunos de los multimillonarios mexicanos, entre ellos Carlos Slim, de fortalecer sus negocios en Estados Unidos pese a la llegada de Donald Trump y como una forma de blindarse ante la eventual crisis política y económica que podría desatarse en México tras las elecciones del 2018. Carlos Slim, por cierto, posee 18.5% de Ferromex, la empresa a través de la cual la familia Larrea compró a Florida East Coast Railway.

Otro socio de Ferromex es Union Pacific, la ferroviaria con la red más extensa de Estados Unidos, por lo cual también hace sentido la operación. Esta compañía es propietaria del 26% de la firma mexicana, mientras que el resto está en manos de los Larrea.

A inicios de 2015, Ferromex anunció su intención de lanzar una Oferta Publica Inicial de acciones en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), para levantar unos mil 300 millones de dólares, la cual refrendó a finales del 2016. Sin embargo, decidió anteponer la compra de Florida East Coast Railway para aumentar el valor de la compañía y, más adelante, ahora sí colocar a la emisora en los mercados accionarios de México y Estados Unidos.

En buena parte de estas jugadas tiene que ver quien se perfila a convertirse en el sucesor de Germán Larrea (64 años) al frente del grupo: su sobrino Fernando López Guerra Larrea, que ya fue director general adjunto de Ferromex y actualmente se desempeña como director de Finanzas y Administración de la ferroviaria. En el pasado fue el encargado de expandir Cinemex (y delineó el proyecto de crecimiento en Estados Unidos) y hoy es consejero suplemente de su tío en el Grupo México.

A menudo, a Fernando López se le ve en reuniones de alto nivel acompañado de Xavier García de Quevedo, la mano derecha de Germán Larrea, por lo que al interior del conglomerado lo ven como la carta más fuerte para tomar la riendas del grupo en el futuro, pese a su corta edad: 32 años. García de Quevedo y el actual presidente del negocio de Transporte del Grupo México, Alfredo Casar Perez, quizá los ejecutivos con más experiencia, son inviables para la sucesión porque son contemporáneos de Germán Larrea.

Dos fuentes del Grupo México describen al joven ejecutivo como alguien con un gran poder de decisión en la empresa. “Tiene mucho el estilo de su tío German (Larrea): se deja ver poco y es poco tolerante”, señala uno de los entrevistados.

Fernando López Guerra Larrea es hijo de una hermana de German Larrea, y “nieto favorito de la mamá del Señor Larrea”, refiere otra fuente. Es licenciado en Administración de Empresas por el ITAM y lleva cerca de siete años trabajando en el Grupo México.

Germán Larrea tiene una sola hija, universitaria, quien vive y estudia en Chicago. Su hermano Genaro Larrea Mota Velasco era accionista del Grupo México y ocupaba la vicepresidencia del conglomerado. No obstante, falleció en agosto de 2012.

Según Bloomberg, la fortuna de la familia Larrea asciende a cerca de 11 mil millones de dólares. A título personal, Germán Larrea posee 13% de las acciones de Grupo México; su madre Sara Mota de Larrea, viuda de Jorge Larrea, tiene otro 19% del conglomerado. En conjunto, estos títulos valen unos 7 mil 700 millones de dólares y poseen otros 3 mil 200 millones de dólares en activos.

La pregunta que se hacen dentro y fuera del Grupo México es si el joven ejecutivo, que ya está tomando decisiones importantes en la empresa, estará listo para cuando Germán Larrea decida ceder el liderazgo de sus negocios.

Twitter: @MarioMal

Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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