El Presidente de la República anuncia la resurrección oficial de Luis Videgaray. El ex secretario de Hacienda está de vuelta en el gabinete.  Cuatro meses se mantuvo en la sombra como el hombre fuerte de Peña Nieto; consejero y confidente ha sido de enorme influencia en las grandes decisiones del mandatario.

Videgaray aparentemente salió por la puerta de atrás, en septiembre; dizque pagó la factura por haber gestionado la visita incómoda de Donald Trump a Los Pinos, que tanto dañó la populridad presidencial.

Cuando Videgaray entregó su cabeza por el escándalo, Trump lamentó el hecho, y calificó al ex secretario de Hacienda como “a brilliant finance minister and a wonderful man” (un brillante ministro de finanza; un hombre maravilloso).    

El retorno del “brujo” Videgaray como secretario de Relaciones Exteriores, confirma la prioridad presidencial en la compleja relación de México con Estados Unidos, en estos tiempos del cólera; manda un mensaje de buena voluntad (¿o sumisión?), al nuevo mandamás del imperio.

EL MONJE SUSPICAZ: ¿La cercanía de Videgaray con el yerno de Trump habrá sido crucial para la decisión de Peña?; ¿el Presidente Electo de la Unión Americana influyó para nombrar al nuevo canciller?

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