El sólido crecimiento de la industria automotriz la ha posicionado como uno de los sectores más saludables de la economía mexicana.

Con una producción que superó las 3 millones de unidades, este sector vivió en 2015 un año histórico. Dicha cifra podría llegar a los 5 millones en los próximos cuatro años, con lo que México se colocaría entre los cinco principales productores del mundo.

Si bien los números que arrojan las Asociaciones Mexicanas de la Industria Automotriz y la de Distribuidores de Automotores (AMIA y AMDA, respectivamente) reflejan un escenario sólido, es importante mantener el atractivo que ofrece el país para consolidar este desarrollo y fortalecer el posicionamiento de México como líder en este sector.

De esta manera, las valiosas sinergias entre las empresas inversionistas, los gobiernos de todos los niveles, así como otros jugadores de la industria seremos capaces de colocar al país en lo más alto del mapa automotriz a nivel mundial, en beneficio de la economía y el desarrollo industrial de México.

En el caso de KIA Motors, una inversión de 3 mil millones de dólares para la instalación de la primera planta de producción automotriz en América Latina, que recientemente inauguramos en Nuevo León, será un motor para el crecimiento del estado, mediante la generación de 14 mil empleos para 2017 y una derrama estimada en cerca de 30 mil millones de pesos para la próxima década.

Mención aparte merece el dinamismo de las exportaciones de vehículos automotores desde México, que al cierre del año pasado alcanzaron más de 2.5 millones de unidades, nuevamente con cifras de las asociaciones.

Desde Pesquería, Nuevo León, sumaremos más de 240 mil unidades anuales a esa cifra de exportación con destino a 80 diferentes países, lo cual que representará 4 mil millones de dólares al año para el municipio y la entidad.

El país es cada vez más atractivo para la inversión automotriz, ya que ofrece una ubicación estratégica por su cercanía con uno de los principales mercados globales, como Estados Unidos, así como sus múltiples tratados comerciales con 45 países, sin mencionar su probada capacidad de adaptarse a las necesidades de la industria con talento, experiencia y alta calidad.

Sin duda, la industria automotriz se ha posicionado como uno de los principales motores que propician el crecimiento y desarrollo económico del país, y es recomendable mantener la captación de inversión. De este modo, las expectativas a 2020 serán alcanzadas y México se afianzará como uno de los principales productores y exportadores de automóviles de clase mundial.

La industria se ha ido desarrollando y puliendo a lo largo de las últimas décadas, es decir, los inversionistas y las autoridades del país comparten la idea de que todo tipo de inversión y apoyo para que ésta se lleve a cabo debe ser proporcional al beneficio que le brindará al bienestar y economía de mexicanos.

La finalidad de las empresas automotrices que han decidido elegir a México como un punto clave en sus operaciones es detonar el gran potencial en el desarrollo de nuevas tecnologías, infraestructura, excelente calidad en manufactura y competitivdad, generando un círculo virtuoso que promoverá el avance industrial.

Hay que aprovechar el momento histórico de esta industria. Somos un país productor de primera, con una industria fortalecida y una amplia oferta de proveedores de componentes y autopartes, con infraestructura de distribución y logística bien desarrollada.

Es imprescindible mantener el atractivo para hacer de la industria automotriz mexicana, la joya de la corona.

Managing Director de KIA Motors México

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