La corrupción es uno de los principales obstáculos para el desarrollo del país; afecta directamente a quienes buscan invertir y llevar a cabo el despliegue de infraestructura con el fin de iniciar o expandir negocios y proyectos. Estas barreras al desarrollo afectan el bienestar que podrían tener millones de mexicanos.

Este año, diversos organismos empresariales han dado cifras preocupantes; el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), encabezado por Juan Pablo Castañón, dio a conocer que en países con altos niveles de corrupción, la inversión es hasta 5% menor y de acuerdo con Coparmex, la corrupción le cuesta a México el equivalente a 10% de su Producto Interno Bruto, es decir, un billón 920 mil millones de pesos. Por otra parte, Transparencia Mexicana estima que se dedica 14% del ingreso promedio anual a pagos extraoficiales.

A raiz de la convocatoria a generar un Sistema Nacional Anticorrupción y los esfuerzos por institucionalizar la iniciativa 3 de 3, y la detención de ex gobernadores acusados de corrupción, se ha generado interés en el tema. Sin embargo, poco se ha antendido en su dimensión municipal.

De acuerdo al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en los últimos años, el gasto de los gobiernos municipales creció 66.8% en términos reales, con un gasto promedio por municipio de 199 millones de pesos. Sin embargo, los bienes y servicios que proveen son deficientes con una satisfacción ciudadana promedio de 4.1. Asimismo, el saldo de la deuda pública municipal para 2016 era de $47,243.7 mdp; el equivalente al presupuesto total de tres estados: Colima, Morelos y Tlaxcala.

El entorpecimiento de trámites y permisos, el aumento de la burocracia (en seis años el personal administrativo de los municipios creció 68%) y el requerimiento de pagos extraoficiales por parte de las autoridades locales, han desalentado la inversión y esto repercute en el crecimiento de la economía mexicana, en la creación de empleos, en el despliegue de infraestructura e incluso en seguridad.

Todo lo anterior impacta en la ingeniería mexicana; sin una buena articulación de esfuerzos entre municipios y demás órdenes de gobierno, nos encontramos con trabas innecesarias para la inversión extranjera, especialmente en obra pública y en infraestructura, que en México no es sólo una necesidad para el desarrollo, sino también para avanzar hacia la equidad.

En el Colegio de Ingenieros Civiles de México trabajamos para transformar la ingeniería mexicana y así contribuir al desarrollo sustentable y equitativo de México. La corrupción es un tema que nos preocupa y nos ocupa. En nuestro próximo Congreso Nacional de Ingeniería la ética será uno de los temas centrales. Este mes nos han honrado con su visita a nuestro“Desayuno con Ingenieros”tanto Arely Gómez, secretaria de la Función Pública, como Jacqueline Peschard, presidenta en turno del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción, quien nos habló de las resistencias que han encontrado en los gobiernos locales para integrar sus instituciones y procesos a un sistema que busca funcionar congruentemente para lograr resultados que, advierte, no serán rápidos.

Por nuestra parte, manifestamos nuestro rechazo a que los partidos políticos utilicen la integración del sistema y los nombramientos que les corresponden para otros fines o como moneda de cambio para sus negociaciones. El combate a la corrupción trasciende la agenda de los políticos. Es una prioridad, una condición para lograr un México sustentable y equitativo.

Presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México.

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