Muchos Méxicos, de la serie Obra Negra, de Ulises Castellanos

Esta semana el magnate norteamericano Donald Trump se lanzó como candidato a la presidencia de su país y se arrancó insultando a México y a los mexicanos. El canciller Meade le respondió con serenidad y elegancia, minimizó sus posibilidades reales de ser candidato y dijo que dichas declaraciones sólo podían reflejar su desconocimiento e ignorancia por lo que a México se refiere.

Y así es. Salvo por un detalle. Que todos somos corresponsables de nuestra imagen nacional. Medios, fotógrafos, escritores, artistas, estudiantes, políticos, empresarios y albañiles. Todos.

México son muchos méxicos efectivamente, pero predomina uno sobre todos los demás.

Hace apenas unos días, desayunando en París con un buen pintor mexicano radicado en Francia, nos amanecimos con un generoso reportaje y entrevista a dos planas en el diario Liberatión a cuento de nuestras elecciones del pasado 7 de Junio. Y la foto principal era de un sujeto a caballo con sombrero, mejor conocido como “El Bronco”. Y con eso resumían nuestro proceso electoral.

Resulta que con este personaje del norte se sintetizaba lo “mexicano” y para efectos del público francés y europeo, los mexicanos seguimos a caballo y con sombreros de charro como atuendos cotidianos. Así de poderosa es una imagen.

¿Y por qué es tan poderosa la fuerza de una imagen? Pues porque traduce un lugar y un momento, en todos los lugares, todo el tiempo.

Trump miente cuando dice que México sólo exporta criminales y violadores, ahí su ignorancia y mala fe, porque sabe perfecto que México también exporta dólares, productos y millonarios, y para muestra un botón, Carlos Slim, mexicano, es uno de los hombres más ricos del planeta y tiene casi ocho veces más dinero que el propio Trump y eso debe calar.

México es también nuestros cineastas premiados, Alejandro González Iñárritu, el “Chivo” Lubezky, o Cuarón. También son Salma Hayek, casada con un multimillonario francés; los actores Diego Luna y Gael García. México también es el “Chicharito”, el pintor Toledo, el astronauta Neri Vela o Alex Lora, del Tri. Por mencionar a puro personaje vivo.

Pero México también ha sido representado por Frida Kahlo, Diego Rivera, Siqueiros, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Tamayo, Monsiváis; Pedro Infante, Zapata, Pancho Villa o Porfirio Díaz; Benito Juárez, Sor Juana o Cantinflas.

¿Cómo sintetizar entonces a México en una sola imagen? Pues es imposible, difícil e injusto y obviamente insuficiente, sin embargo, para eso son los estereotipos; unos se refuerzan y otros se desvanecen pero, lamentablemente, para nuestro país existe efectivamente una estampa que lo resume todo: la de un México miserable, llena de ladrones y corrupción, con servicios de tercer mundo, sin educación, y en un estado total de ausencia de derecho y falta de oportunidades.

Así las cosas, es obvio que Donald Trump es un imbécil y un millonario ignorante, pero también que al final del día, este personaje sólo refleja un triste estereotipo del que también somos responsables muchos mexicanos.

@MxUlysses

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