El general Ya’ir Golan, jefe de Estado Mayor adjunto, o sea el número 2 del ejército israelí, pronunció un discurso impresionante el pasado 4 de mayo, Día Memorial de la Shoah. Luciendo su uniforme, invitó a los asistentes a reflexionar sobre la naturaleza humana, leyendo un texto, evidentemente muy elaborado, que provocó unas reacciones tremendas. El párrafo medular que causó su caída y la del Secretario de la Defensa Nacional, Moshe Ya’alon, es el siguiente:

Algo me asusta en las conmemoraciones de la Shoah y es recordar los horribles acontecimientos que se desarrollaron en Europa en general, más especialmente en Alemania, hace setenta, ochenta, noventa años, y ver signos de este proceso entre nosotros en este año 2016… La Shoah, su recuerdo, debe incitar a una reflexión fundamental sobre la manera de tratar, aquí y ahora, al extranjero, al huérfano, a la viuda y a todos los que son como ellos… No hay nada tan fácil como odiar al extranjero, nada más fácil que suscitar miedos e intimidar, nada más sencillo que portarse como una bestia, olvidar los principios.

El general no mencionó los territorios ocupados y la colonización en tierra palestina, mencionó el caso del soldado A., de 20 años, que a fines de marzo remató de un tiro en la cabeza, en la ciudad palestina de Hebrón, a un hombre que había intentado matar con cuchillo a un soldado israelí. La justicia militar lo condenó por homicidio, lo que levantó una ola de protestas. Los manifestantes gritaban “¡Es un héroe!”, el primer ministro B. Netanyahu llamó a su padre para asegurarle el apoyo del gobierno, el político de extrema derecha Avigdor Lieberman entró en el tribunal para manifestar su solidaridad con el soldado. Unos días después del discurso del general Golan, Netanyahu nombró a Lieberman como Secretario de la Defensa…

Cuando el general dijo “hace noventa años, hace ochenta años”, evocaba el final de la República de Weimar y el inicio del ascenso nazi, luego Hitler en el poder con las leyes antisemitas; “setenta años”, eso nos lleva a 1946, poco después de la caída del Tercer Reich y de la aniquilación de millones de judíos. El general sabe de qué habla porque sus padres emigraron a tiempo de Alemania. No dijo de ninguna manera que Israel era comparable a la Alemania nazi, pero el derechista secretario de Educación, Naftali Bennett exigió que se retractara antes que los negacionistas transformen esas palabras equivocadas en estandarte y que nuestros soldados sean comparados a los nazis con un sello aprobatorio del Estado Mayor. Netanyahu declaró en un comunicado oficial que las declaraciones del general “son erróneas y me parecen inaceptables”. El general contestó que no había tenido nunca la intención de comparar al Ejército y al Estado de Israel a los horrores perpetrados en Alemania hace setenta años. Fue defendido por el jefe de Estado Mayor, Gadi Eisenkot, y por el Secretario de la Defensa, que denunció una nueva etapa de una “preocupante campaña” contra el Ejército y ratificó su “total confianza” en Golan.

General y secretario fueron despedidos. En su afán por conservar el poder, Benjamín Netanyahu incorporó a su gabinete al ultraderechista a Avigdor Lieberman, ex titular de Relaciones Exteriores, en calidad de nuevo secretario de la Defensa. Le encargó alinear o por lo menos callar a los generales que han lanzado en varias ocasiones mensajes alarmados contra el desliz de la sociedad israelí hacía un intolerante nacionalismo. Lieberman no puede escuchar tal lenguaje: vive en una colonia establecida en los territorios ocupados, se hizo famoso en 2014 al oponerse al cese el fuego después de 50 días de guerra en Gaza y rechaza absolutamente el derecho palestino a tener un Estado; incluso es partidario de la salida de los palestinos de lo que sería el Gran Israel soñado por un número cada día mayor de israelíes. Un sondeo dice que 57% rechazan la condena del soldado A.

Investigador del CIDE

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses