Previamente al término de su mandato, Andrés Manuel López Obrador se convirtió en el Presidente de la República que impulsó más reformas en la historia reciente de México, pero al mismo tiempo al que más proyectos le rechazaron o enviaron a la congeladora.

En lo que va de su mandato, López Obrador envió a la Cámara de Diputados, durante la 64 y 65 legislaturas, un total de 92 iniciativas de reformas legales y constitucionales, superando a Enrique Peña Nieto, quien envió 90 propuestas de reforma durante la 62 y 63 legislaturas, y a Felipe Calderón Hinojosa quien planteó 69 proyectos en la 60 y 61 legislaturas.

Pese a encabezar la lista con más propuestas, López Obrador es el Presidente al que más propuestas le han rechazado y enviado a la congeladora, con un total de 32, de las cuales dos fueron desechadas y 30 quedaron con estatus de “pendiente”, desde su llegada al poder en 2018 y hasta 2024.

A Enrique Peña Nieto le quedaron cinco iniciativas en el tintero durante el periodo 2012 a 2018, cuatro de ellas desechadas y una pendiente, en tanto que a Felipe Calderón Hinojosa le dejaron siete proyectos de reforma durmiendo el sueño de los justos, de las cuales cuatro le fueron desechadas y tres se dieron por retiradas.

Reformas de la 4T y los pendientes de AMLO

Durante los seis años de su gobierno las bancadas de Morena, PT y PVEM en el Congreso de la Unión dieron forma al proyecto de la Cuarta Transformación, aprobando muchos de los compromisos del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Las reformas del político tabasqueño que fueron desechadas fue la presentada el 1 de octubre de 2021 para establecer que “corresponde exclusivamente a la nación el área estratégica de la electricidad”, que la nación tiene dominio inalienable e imprescindible sobre las reservas nacionales y para incorporar el litio como mineral estratégico, lo que impedía la entrega de concesiones para explotarlo. La propuesta fue desechada el 17 abril 2022.

La segunda reforma presidencial desechada fue la presentada el 8 de abril de 2022, que buscaba cambiar el nombre de Instituto Nacional Electoral por Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, disminuir el porcentaje de participación de 40% a 33%, para que un proceso de revocación de mandato sea válido, y para establecer que los procesos de revocación de mandato sean convocados por el Poder Legislativo local. La propuesta se desechó el 6 de diciembre de 2022.

Otras iniciativas del Presidente que se quedaron en el tintero fue una reforma para facultar a la Secretaría de Gobernación para conducir la política en materia de refugiados y para transferir al Sistema Nacional DIF la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral y su coordinación operativa; otra para regular el otorgamiento, mantenimiento, supervisión y terminación de concesiones mineras y de agua para minería; una más para facultar al Ejecutivo federal para expulsar del territorio nacional a personas extranjeras por considerar que sus expresiones representan un riesgo a la seguridad nacional, y una más para establecer que las expresiones de los servidores públicos no se considerarán propaganda gubernamental, por mencionar algunas.

Adicionalmente, se fueron a la congeladora las 20 iniciativas de reformas constitucionales y legales propuestas por López Obrador, entre las que destacan reafirmar el derecho a la pensión de adultos mayores a partir de los 65 años y aumentar el monto cada año, otorgar becas a estudiantes en todos los niveles de escolaridad, prohibir el maltrato a los animales, proscribir en el territorio nacional el maíz transgénico y la extracción de hidrocarburos mediante fracking y que la Guardia Nacional forme parte de la Sedena, entre otras.

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