En el Instituto Nacional Electoral (INE), el filósofo Michelangelo Bovero llamó a defender el pluralismo, cuya ausencia distingue hoy a toda la gama de las opciones políticas, de derecha e izquierda.

En un mundo donde la percepción general es que la clase política ha bajado de calidad de forma “impresionante”, planteó, esto provoca desprecio por la política y voto de protesta.

Pero este voto de protesta, alertó, se da en una expresión que no admite pluralidad, es decir, es populista y ése es un peligro.

Hoy en el mundo “existen movimientos denominados como populistas que en tanto que anti pluralistas son antidemocráticos, en tanto antidemocráticos, algunos se disfrazan de izquierda, pero son de derecha”, expuso.

Al dictar la conferencia magistral “Pleonocracia: crítica de la democracia mayoritaria”, Bovero delineó ese nuevo concepto, caracterizado por la tiranía o “el dominio de la mayoría y su marca es el antipluralismo: los demás no cuentan nada” y sólo se ven obligados a aceptar lo que la "mayoría autorizada" a gobernar decide.

Se trata de un régimen autocrático donde la mayoría es “finta, fingida, falsa, fruto de técnicas alquimísticas ampliamente empleadas por los manipuladores de las leyes electorales capaces de transformar místicamente una minoría de votos en una mayoría”.

El doctor en filosofía por la Universidad de Turín declinó pronunciarse sobre la realidad mexicana.

Pero expuso que “la percepción general no distorsionada es que la clase política en todo el mundo ha bajado de una calidad impresionante” y los jugadores que no respetan las normas que ellos mismos han producido “son la clase política entera” aunque hay excepciones individuales.

La consecuencia es la desconfianza no sólo en los sujetos, sino hacia las instituciones y ésta a su vez puede generar “la desafección hacia la política, la abstención e incluso el desprecio”.

El otro resultado “es el voto de protesta, lo llamamos populismo” y eso es lo que pasó este año en Italia.

Pero “corremos el riesgo de que se afirme brutalmente, que gane brutalmente” si es una rebeldía de las clases medias bajas que no admiten el pluralismo.

“Ahí en donde faltan oportunidades pluralistas en todo el arco de las posibilidades políticas, desde la derecha a la izquierda, en donde la protesta burocrática masivamente se va en los canales de derecha antidemocrática, este es verdadero peligro, hay que activarnos todos de alguna forma para consentir, permitir el ensanchamiento de la gama de oportunidades de selección política”, planteó.

¿Qué tendrían que hacer las minorías para evitar tiranías de las mayorías?, se le cuestionó. Protestar –dijo- pero sin cerrarse a la pluralidad de otras opciones políticas, y que la sociedad civil se vuelva un elemento del sistema político y participe.

ml

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