¿Desde qué momento los utilizan ciertas palabras que los identifican como mexicanos?, ¿cómo fue el proceso de incorporación de indigenismos al español mexicano o la adaptación de términos españoles al español de la Nueva España en el siglo XVIII?, pero también cuáles fueron las estrategias con la se pudo nombrar la realidad que rodeaba a los españoles que llegaron y a quiénes hacían suyo el español, son temas que analizaría en su discurso de ingreso a la , como académico correspondiente en Madrid, España, del filólogo español (7 de mayo de 1977).

Indigenismos que se fueron metiendo al español y que tienen que ver con la flora, la fauna y la sobre todo con la gastronomía, es decir los términos que los pueblos originarios utilizaban en la cocina fueron marcando el español mexicano, que además se fue enriqueciendo del español de España, y términos como “coger”, tan español, se fue abriendo a nuevas acepciones mucho más específicas en los pueblos de América Latina, y en especial del altiplano mexicano que es el que analiza el nuevo miembro de la Academia Mexicana de la Lengua que ingresará mañana en una ceremonia a celebrarse a las 19 horas, en la Capilla Alfonsina de la Ciudad de México.

“Lo que he hecho es buscar en documentación del siglo XVIII en la que he trabajado, primero para localizar esos términos que ya en el XVIII identificaban a los mexicanos como tales, o a los novohispanos, y luego analizar cuáles son las estrategias, es algo que me parece muy interesante: cuando los españoles --y después los criollos-- llegan a América, se dan cuenta de que su forma de hablar no está preparada para hablar en este nuevo continente, el español estaba preparado para hablar de España, entonces tienen que desarrollar una serie de estrategias para poder nombrar esta nueva realidad que los rodea”, afirma el doctor en filología hispánica.

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En su discurso, Ramírez Luengo, analizará la cuestión de la personalidad léxica, la personalidad que en el vocabulario presenta el español mexicano, “lo he llamado el español mexicano, en realidad es el español del Altiplano, porque trabajo con documentación del centro del país en el siglo XVIII. Yo lo que voy a analizar es cuáles son esas estrategias, yo considero que son cuatro, y sobre todo también, ¿cuáles son las que más se utilizan y por qué?; y esto vuelve a enlazar con la cuestión histórica”.

Uno de los datos a los que ha llegado a partir de los análisis del Corpus Diacrónico y Diatópico del Español de América (CORDIAM), que coordina la doctora Concepción Company Company y que desde luego encabeza la Academia Mexicana de la Lengua, tiene que ver con la incorporación, naturalmente, de muchos indigenismos y, dice, que eso tiene que ver con la estrecha relación y con la convivencia entre los españoles, entre esta lengua que llega al continente y las culturas autóctonas.

“Van a ser los datos históricos los que nos permitan también entender la cuestión lingüística, en este caso la incorporación de indigenismos, pero no sólo, también, por ejemplo, cuestiones que tienen que ver con nuevas palabras, con esas preferencias: del ‘enojado’ que utilizan acá frente al ‘enfadado’ que utilizamos de forma permanente en España. Todo este tipo de estrategias que sirven para ‘americanizar’ el vocabulario; es decir, para crear un vocabulario distintivamente, en este caso mexicano, algo que para un español de hoy, como yo, es muy evidente y si un abuelo mío pasó por acá en el siglo XVIII, pues también le pasaría”, afirma Ramírez Luengo.

El estudioso que ha concentrado sus esfuerzos en la historia de la lengua española en la época moderna, tanto en España (en concreto la zona vasca), como en América (especialmente en Centroamérica, Uruguay y Bolivia), y en el contacto lingüístico del español con el portugués, desde la historia y la ortografía moderna y que colabora en el CORDIAM, reitera que la gastronomía, la flora y la fauna entraron naturalmente al español del siglo XVIII y los términos españoles que se modificaron.

“Es algo que me resulta asombroso, esa cantidad enorme de denominaciones para los diversos ingredientes. Pero también hay otras cuestiones que me resultan muy interesantes pero que son más sutiles, son esas palabras de origen español que han modificado su significado en América, por muchas veces dan lugar a esas confusiones y malentendidos, a veces bastantes embarazosos, por ejemplo, ‘coger’, ese también es un proceso de cambio en cuanto al significado, porque también supone un enriquecimiento de la personalidad americana, en realidad de la personalidad del español, eso que la misma palabra tenga valores múltiples en distintos lugares, más allá de los problemas que a veces puede causar, nos enriquece a todos”, afirma el autor de obras como “Breve historia del español de América” y “La lengua que hablaban los próceres. El español de América en la época de las Independencias”.

Justo, la historia de la lengua es su gran campo de estudio y es un tema que para él es una cuestión absolutamente fundamental, “me parece que sólo podemos entender quiénes somos y lo qué somos actualmente conociendo todos los procesos históricos que nos han traído hasta acá y en ese sentido me parece que eso es fundamental en todos los ámbitos. Nadie discute que conocer la historia política y social es fundamental para entender la situación que tenemos en todos nuestros países, en todo el mundo en realidad, y desde el punto de vista lingüístico es lo mismo, es decir, conocer el pasado nos permite entender el presente, entender por qué hablamos como hablamos y en el fondo nos permite entender cómo hemos ido forjando nuestra personalidad, o mejor, por qué somos países diversos y nuestras personalidades”.

José Luis Ramírez Luengo fue elegido por el pleno académico el pasado 11 de febrero de 2021; su candidatura fue propuesta por los académicos de número Ascensión Hernández Triviño, Pedro Martín Butragueño y Fernando Nava López; y su discurso de ingresó le será respondido por la doctora Concepción Company Company, directora adjunta y académica de número de la institución.

“Yo considero a la doctora Company no solamente como una de los tres o cuatro filólogos del mundo en este momento, sino desde muchos puntos de vista yo la considero mi maestra; de manera que es una satisfacción poder incorporarme a la Academia Mexicana de la Lengua, pero además es doble la satisfacción contando con la respuesta de ella. La verdad es que estoy muy feliz”, señala Ramírez Luengo, quien ha desarrollado su labor docente y de investigación en las universidades Autónoma de Querétaro (México), de Jaén, de Alcalá y Complutense (España), y en otras instituciones de enseñanza superior de Europa e Iberoamérica.

Y ha publicado otras obras como “Una descripción del español de mediados del siglo XVIII. Edición y estudio de las cartas de M. Martierena del Barranco (1757-1763)”, “Textos para la historia del español. Honduras y El Salvador (1650-1819)” y “Léxico histórico del español de Centroamérica. Honduras (1550-1819)”, entre otras.

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