“Una tonelada de músculos de acero de una mujer que exige respeto a su cuerpo”, “siete gotas de hombres que se suman a la lucha” y “20 kg. de rayos y centellas de cuando una mujer se enoja por ser agredida” son algunos de los ingredientes usados en el performance Receta del grupo para hacerle el mal de ojo a los violadores o el respeto al derecho del cuerpo ajeno es la paz, que se realizó en el Hemiciclo a Juárez, durante una manifestación por los derechos de la mujer. Aunque es posible imaginar este acto en la actualidad, en realidad es una obra que data de 1983, del grupo Polvo de Gallina Negra, conformado por las artistas mexicanas Mónica Mayer y Maris Bustamante.

Cerca del 40 aniversario de su creación, el grupo tiene su primera exposición antológica en el Museo Amparo (Puebla), titulada Polvo de Gallina Negra/ Mal de ojo y otras recetas feministas. Llama la atención que haya tenido que pasar tanto tiempo para hacer esta muestra, pues Polvo es nada más y nada menos que el primer colectivo de arte feminista en México y América Latina. Sin embargo, Mónica Mayer, una de las integrantes del dueto artístico, afirma en entrevista que la tardanza sólo da fe de la incomodidad que causaron y el rechazo que vivieron en la época de los años 80.

“Hubo una gran invisibilización de nuestro trabajo artístico. Yo siempre decía que éramos artistas de ‘pie de página’. Creo que era más por el feminismo, porque otros colectivos que usaban performance no vivían el mismo rechazo. No había el contexto que hay hoy en día”, sostiene la artista Mónica Mayer.

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Polvo de Gallina Negra surgió en 1983 con Bustamante, Mayer y la artista Herminia Dosal , que dejó el grupo en sus inicios. El nombre proviene de una pócima contra el mal de ojo, pero ellas “lo subvertían para que le diera mal de ojo a los violadores y también para protegerse, porque ser artista y feminista en los 80... pues necesitaban protección”, explica Julia Antivilo, quien junto a María Laura Rosa curó la exhibición que estará abierta al público hasta el 14 de noviembre.

Mayer refiere que el grupo, que se separó en 1993, “era un acto de defensa personal” y que aunque no sintieron miedo, sí procuraron ser precavidas y continuar porque estaban convencidas de que era un proyecto necesario, del que tiene muy buenos recuerdos: “La primera palabra que siempre se me viene a la mente cuando pienso en Polvo de Gallina Negra es diversión. Cuánto me divertí al trabajar con Maris, el desarrollar esos proyectos que nos eran muy importantes, haciendo lo que queríamos desde el punto de vista artístico. Un proyecto muy serio, pero muy divertido”.

MÓNICA MAYER 
Artista feminista 
“Si nos tomó 10 mil años construir el patriarcado, no va a ser tan fácil tirarlo, cambiarlo y poner algo mejor, son procesos que tardan“

"Polvo de Gallina Negra", una pócima feminista vigente tras 40 años
"Polvo de Gallina Negra", una pócima feminista vigente tras 40 años

Video Maternidades secuestradas, de Mónica Mayer y el Taller de Arte y Activismo Feminista, Archivo Pinto mi Raya.

Invitación a la acción

La exposición está dividida en tres momentos: antes, durante y después de Polvo y no cuenta con obras de arte convencionales, pues al tratarse de artistas del performance, las piezas que no desaparecieron por su naturaleza efímera, se preservan a través de videos, dibujos, fotografías, guiones, manifiestos, indumentaria (como los famosos mandiles de Mayer) y misivas de Cartas a la madre —un concurso en el que convocaban a escribir cartas dirigidas a las madres y las mejores fueron premiadas con obras de las artistas—, explica Antivilo.

Además de observar, las curadoras buscaron que el público tomara acción con obras dinámicas como El tendedero —un espacio para colocar denuncias—, “porque todavía se mantiene la invitación a reflexionar sobre la violencia de género, la violación, la diferentes formas de llevar la maternidad . Son temas vigentes hasta hoy, lamentablemente seguimos en la misma circunstancia. Ahora hay leyes, en los 80 no”, agrega Antivilo, también directora de la Cátedra Rosario Castellanos .

Podría decirse que el hecho de que una obra se mantenga vigente es algo positivo para un artista, en este caso, a Mayer le parece una situación “muy triste”, pues no sólo significa que existen las mismas problemáticas, sino que considera que la situación ha empeorado por las altas cifras de feminicidio en México. Sin embargo, hay un aspecto que la artista rescata de entre toda la decepción e incertidumbre: estos problemas hoy en día se hablan.

“Ya hay una masa crítica de mujeres interesadas y no sólo desde las políticas públicas y de la academia, sino también en el plano del arte. Hace 40 años no había academia feminista, no había políticas públicas que tuvieran que ver con el feminismo, no había cuestionamientos del feminismo a la medicina, a la sociología, a la religión… Hoy en día hay cuestionamientos feministas en todos los campos”, destaca Mónica Mayer y sostiene que al final estos procesos de cambios sociales son lentos.

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Julia Antivilo
Curadora 
“Son temas vigentes hasta hoy, lamentablemente seguimos en la misma circunstancia. Ahora hay leyes, en los 80 no”

“Si nos tomó 10 mil años construir el patriarcado , no va a ser tan fácil tirarlo, cambiarlo y poner algo mejor, son procesos que tardan mucho”, agrega.

Aunque no sea perceptible a primera vista, hay elementos que sí delatan la edad de Polvo de Gallina Negra: los mandiles, el tendedero, la brujería y las recetas, pues se podrían considerar propios de la imagen estereotipada , en sentido negativo, de una mujer. Mayer considera que justo eso es lo que revela que los tiempos han cambiado, pues quizás hoy en día no habría usado tampoco el color rosa en sus obras.

“En los años 70 y 80 lo que estábamos haciendo era apenas reivindicar el hecho de que como mujeres teníamos algo que aportar. Por eso (hay) piezas como El Tendedero, que es un tendedero de ropa, porque apenas estábamos reivindicando que lo que hemos hecho las mujeres desde el espacio privado es importante, entonces se utilizaban esas herramientas para hablarlo. Hoy, probablemente, no las usaría porque el contexto ya es completamente diferente, ya no usaría el rosa, usaría otros colores, como el morado y el verde”.

Otro elemento de la obra de Polvo de Gallina Negra que tendría que ser repensado hoy sería el factor humorístico en su obra, el cual, admite Mónica Mayer, incluyeron primeramente porque se les daba de forma muy natural y, en segundo lugar, para presentar de forma más accesible un tema serio. Hoy el manejo del humor tendría que ser distinto y no por ser políticamente correcto, sino porque el tema central de esta “situación tan crítica y difícil” es el feminicidio.

EL DATO
Las columnas de opinión que escribió Mónica Mayer en EL UNIVERSAL también son parte de la exposición en el Museo Amparo

“¿Cómo hacer una pieza con sentido del humor que hable de feminicidios ?, es imposible. Ahora, el humor no debe ser a costa de otras personas, no tiene que ser como el humor de las redes sociales, que es a costa de otros y degradante. Habría que tener planteamientos de humor feminista y que sean congruentes”, sostiene la artista.

Otra de las obras que se exhiben son las columnas de opinión que escribió Mayer en EL UNIVERSAL ; “ella transformó ese espacio en un lugar para hacer obra, tenían los premios Polvo de Gallina Negra que se publicaban en las columnas”, comenta la curadora. Al respecto, la artista recuerda que su columna se dio de “pura chiripa” y pese a que se le dio la libertad de escribir y jugar a su gusto con este espacio periodístico, ella se lo tomó en serio, pues buscaba escribir más análisis de performance, sobre mujeres artistas y difundir el arte: “Mi intención no era escribir a los artistas ni al medio artístico, mi objetivo era seducir al público que está leyendo el Aviso Oportuno y que no tiene nada mejor que hacer y leían cualquier artículo”.

Mónica Mayer dice que no tiene contacto con Maris Bustamante y que no piensa retomar Polvo de Gallina Negra.

Afirma que le causa gusto que quede registro de su trabajo en esta exposición y que sea difundido para las nuevas generaciones. Actualmente la artista trabaja en un proyecto del cual no puede dar muchos detalles, pero “tiene que ver con archivo y las conferencias que he dado a lo largo de los 40 años”.

PERFORMANCES DE POLVO DE GALLINA NEGRA 

1984: Las Mujeres Artistas o Se solicita esposa, serie de conferencias performanceadas en escuelas de educación media. Y La fiesta de XV años, en colaboración con Tlacuilas y retrateras

1987 a 1988: Proyecto ¡Madres!, durante el tiempo que las artistas se convirtieron en madres y que incluyó el performance y concurso Carta a mi madre y el performance Madre por un día, en el que en una emisión de televisión disfrazaron al conductor Guillermo Ochoa de mujer embarazada.

1990: "Tres Madres Para un Desmadre", fueron tres actos en el Día de la Madre.

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