En menos de un minuto, la presidenta Claudia Sheinbaum enumeró los logros de la Secretaría de Cultura, como parte de su Primer Informe de Gobierno. Se destacó el certamen musical México Canta, la atención y gratuidad de las escuelas del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), la inauguración (por segunda ocasión) de la Cineteca Nacional en Chapultepec y la publicación de libros “25 para el 25” que hará el Fondo de Cultura Económica. Complementando con la información que se reporta en el documento del Informe —entre la que se incluye la reconstrucción total de inmuebles históricos dañados por el terremoto de 2017, los 40 millones de asistentes a actividades culturales en el país y el salvamento de piezas arqueológicas en los alrededores del Tren Maya—, para los especialistas no pinta un buen panorama en la actual política cultural: “Este es el séptimo informe del gobierno pasado”, dice Carlos Lara, especialista en derechos culturales.
Sin ruta clara
Para Eduardo Cruz Vázquez, especialista en política y gestión cultural, el reporte sobre las acciones que realizó la Secretaría de Cultura, liderada por Claudia Curiel de Icaza, en el primer año de Claudia Sheinbaum demuestran que habrá continuidad en su gestión:
“Este primer año es atípico porque el calendario se acortó por la toma de posesión que se hizo en octubre del año pasado. Entonces, lo que alcanzo a ver en estos meses es que fundamentalmente lo que ha hecho esta gestión es circular por los mismos rieles heredados de la gestión anterior. (…) Un sello distintivo a 11 meses de gestión todavía no lo alcanzo a ver”.
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Esto no causa sorpresa, asegura Cruz Vázquez, pues el gobierno actual se ha manejado bajo el eslogan de ser “el segundo piso de la Cuarta Transformación”, por lo que la “coherencia” y “consistencia” era algo que veía venir.
El certamen México Canta, con el que el gobierno busca promover la música sin hacer apología al crimen organizado, es considerado como uno de los mayores logros por el propio gobierno. “A través del programa México Canta hermanamos a los jóvenes de México y Estados Unidos y fomentamos la música mexicana que no haga apología al consumo de las drogas ni a la violencia”, dijo Sheinbaum el pasado lunes. Sin embargo, aunque quiera ser considerado como original e innovador, Cruz Vázquez apunta que es un proyecto coyuntural que no formaba planes de la campaña ni los 100 compromisos mencionados en el Plan Nacional de Desarrollo. Es el mismo caso del Parque Bicentenario, que a partir de quitar la concesión a privados, pasó a ser responsabilidad de la dependencia.
De ahí en fuera, lo que ha hecho la Secretaría es “lidiar con lo heredado”, que son los programas y obras públicas inconclusas que se hicieron en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como lo es el encuentro textil Original, Semilleros Creativos y concluir el Proyecto Chapultepec Naturaleza y Cultura, por mencionar algunos ejemplos.
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“No podemos estar muy satisfechos”, comenta Gerardo Ochoa Sandy, exagregado cultural en Lima, Praga y Toronto. El también analista de política cultural considera que incluso hoy “se está peor”, pues señala que al menos en el sexenio anterior había expectativa y que con este informe de gobierno ya no espera que la administración tenga un sello propio: “no encuentro novedad ni compromiso a resolver problemas históricos”.
“Lo dedicado (a Cultura) por la Presidenta al informe es pírrico. Lo relativamente nuevo es México Canta, pero tampoco es tan importante, es un concurso musical. El 25 para el 25 (del Fondo de Cultura Económica) lo vamos a ver en diciembre, eso ya corresponde a su próximo gobierno. La Cineteca ya estaba inaugurada, obviamente no fue así, pero oficialmente la inauguró su antecesor y el apoyo a la educación artística fue básicamente mantenimiento de los inmuebles, que debería ser parte del gasto operativo cotidiano”, explica Ochoa Sandy.
En el informe también se destaca que los medios públicos se han convertido en “pilares” de información, cosa que le parece “delirante”, pues las cifras de producción, difusión y cobertura porque es información difícil de verificar: “No hay de entrada un estudio de rating, es la propia parte interesada, el Estado, la que dice eso, pero no hay un estudio externo”.
Carlos Lara percibe que en este primer año hay un estancamiento de presupuesto y acciones: “el no soltar la palabra comunitario resulta en un algoritmo verbal, ¿qué busca? Todos y cada uno de los proyectos han sido un fracaso. Podríamos verlo en términos económicos, presupuestales y de programas. No sólo se estancó el recurso, sino que se centralizó”.
Aspectos positivos
Pese al estancamiento, los expertos pueden rescatar algunos elementos positivos o sobresalientes de la actual administración. Entre estos se encuentra la modificación del Reglamento Interior de la Secretaría de Cultura, que se publicó en julio en el Diario Oficial de la Federación.
Aunque Ochoa Sandy considera que Claudia Curiel de Icaza tiene dificultad para articular un discurso de política cultural, dice que cuando actúa de forma más ejecutiva tiene aciertos, como que ante el recorte presupuestal a la Secretaría del 30% para el 2025, consiguió “el paliativo de 12 asignaciones extraordinarias al INAH e INBAL”.
Otros méritos, de acuerdo con el experto, fue que la secretaria sostuvo reuniones con las comunidades académicas del INBAL y ENAH que protestaban ante las malas condiciones de sus escuelas y la intención de que su principal proyecto sea la reforma educativa cultural y artística.
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“De todas maneras, eso no hace una política cultural porque está dejando fuera la mayoría de sus problemáticas. Quisiera ver más a menudo a esa secretaria de Cultura con iniciativa e interés personal, pero ha estado un tanto agazapada”.
Lara coincide en que el distintivo de la administración podría ser el tema de la educación artística, sin embargo cree que es una iniciativa que “nació muerta” pues no se ve que haya un acuerdo con el Magisterio y mucho menos un presupuesto para lograrlo.
Problemas sin resolver
Aunque también ha habido errores y omisiones, que los expertos señalan. Tanto Cruz, como Ochoa Sandy coinciden en que uno de los más apremiantes es la incertidumbre del Museo Dolores Olmedo, que si bien es administrado por un privado, la autoridad no ha intervenido a favor de los derechos de los habitantes de Xochimilco ante su traslado a Chapultepec.
Curiel de Icaza también ha hecho oídos sordos a la denuncia sobre que desaparecieron páginas del diario de Frida Kahlo y obras que eran del acervo de la Casa Azul, administrada por el Banco de México, subrayan. “Me parece mal que Curiel no haya tenido el arrojo y llegar directamente a resolver”, expresa Cruz Vázquez.
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Los especialistas coinciden en un punto: hasta no ver el Programa sectorial de la Secretaría de Cultura seguirá sin conocerse la ruta que tomará la administración en cuanto a política cultural.
Para Cruz Vázquez, “el año bueno” para calificar la administración de Cultura será el próximo, cuando ya se pueda medir el impacto de la nueva estructura que plantea el reglamento, y la ruta sea más clara con el programa sectorial y su correspondiente presupuesto aprobado.
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