La exposición "Miguel Covarrubias. Una mirada sin fronteras" que se exhibe en el Palacio de Cultura Banamex (Palacio de Iturbide) desde finales del mes de abril, ha sido visitada por más de 300 mil visitantes. Se trata de una magna muestra que explora la vida y obra del creador mexicano que rompió moldes y cruzó fronteras entre disciplinas del arte, la antropología, el teatro, el diseño editorial, la ilustración y la arqueología, y permite asomarse a la mente inquieta y brillante de un artista que supo observar el mundo con agudeza, empatía y mucho estilo.
A través de 453 piezas provenientes de 38 colecciones nacionales y 13 colecciones internacionales la exposición, que fue curada por Sergio Raúl Arroyo y Anahí Luna, permite adentrarse al riquísimo universo de un artista que es poco conocido dentro del arte mexicano porque mantuvo una sana distancia de los movimientos nacionalistas mexicanos, aunque nunca deja de ser un hombre de izquierdas y que ve en la tradición artística mexicana algo fundamental, asegura el historiador del arte y etnólogo, Sergio Raúl Arroyo.
"Desafortunadamente Covarrubias es todavía un artista sumamente desconocido y creo que parte del éxito de esta exposición es que se le ha imprimido, con mucho respeto, un perfil ciertamente pedagógico, porque hay que recorrer sus etapas, saber quién era, cómo era, cómo vivió. No podemos estar jugando a los malabarismos vanguardistas de un curador cuando Covarrubias es un personaje que no se tiene de él un conocimiento suficientemente completo dentro de lo que es la cultura mexicana", afirma Arroyo.

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El curador de la muestra asegura que Covarrubias es un artista muy interesante, que aunque no forma parte de la escuela mexicana de pintura, tiene una enorme cercanía a los artistas de ese momento o los más importantes.
"Es un tipo que toma un camino propio, parte de lo más importante de su obra la hace en Estados Unidos y trabaja en el diseño completamente occidental con materiales que son totalmente industriales. Es un tipo moderno que no obstante esta simpatía que tiene por todo y después va a ser arqueólogo, un arqueólogo autodidacta notable, antropólogo en Oaxaca, su obra es increíble sin fronteras, le interesan más grafías balinesas. Hay una libreta de él que traje de la biblioteca del Congreso de Washington, donde están las libretas de campo de su trabajo escritas en balinés, y es algo impresionante. En muy poco tiempo aprendió un sistema tan complicado como ese, para poder hacer sus trabajos de campo".
Arroyo insiste en una característica de Covarrubias que trataron de enfatizar en la exposición, la de que es un artista que sabe que tiene un pie dentro de México y un pie fuera. Un creador que está mirando siempre hacia fuera, "no es un artista endógeno, es una artista que tiene una gran fluidez hacia lo que es el mundo y sobre modernidad que sabe está en el mundo; su trabajo no pasa por los talleres de arte ni pasa por las galerías, él no vende su obra en galerías a través de dealers, su trabajo lo hace fundamentalmente en revistas, en trabajos editoriales. Claro, hace algunas pinturas y hace algunas cosas, no digo que no sea así, pero lo más importante no lo hace de esa manera. Es un artista distinto, que en su originalidad está parte de su fuerza".

El título, "Miguel Covarrubias. Una mirada sin fronteras", fue sugerido por Arroyo, pero dice que en realidad fueron varios los que lo pensaron, porque no solamente Covarrubias está fuera de las fronteras geográficas, también es un tipo que no está metido en las fronteras ideológicas, que tanto daño le hacen al arte. Que es ponerle fronteras a las formas, por ejemplo, de trabajar o a los métodos estructurales de trabajo, pues eso en Covarrubias sería un error grave.
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"Covarrubias es autodidacta por otro lado, es un hombre que a los 17 años rechaza la educación escolar. No sería el ejemplo que muchos le quieren dar a la juventud hoy en día. Covarrubias se vale por su propia mano en el sentido más literal de la palabra. No requiere de esto ni tampoco forma parte de ninguno de los grupos, de las alianzas que se dan para tomar una fuerza política dentro del México de los años 20, 30 o 40. Él se desarrolla en otra esfera, tiene una visión del arte muy distinta y creo que a final de cuentas cuando hablan muchas veces del humanismo de Covarrubias, hablan de manera muy ramplona. Habría que ver que de humanismo estamos hablando porque Covarrubias lo mismo es un simpatizante de la República Española que es alguien que está fascinado por la modernidad norteamericana".
Sergio Raúl Arroyo confiesa que él le ha tomado un enorme aprecio a Covarrubias justamente por esta libertad con la que se mueve, porque no impone métodos, no impone formas, no impone ideologías en su trabajo, es un hombre abierto al mundo, fascinado por la modernidad y es muy lúcida su perspectiva de lo que es el arte.

"No vive Covarrubias sobre la base de un paradigma plástico. Covarrubias es su nombre abierto a diferentes formas de la realidad. Es un estilo dúctil, tiene cosas notables en su dibujo, que van desde el grosor de líneas hasta la estructura de sus propios trabajos. Hay composiciones que no tienen un centro ocular, sino tienen diversos puntos desde diferentes focos", asegura Arroyo, quien agrega que Covarrubias es un alma ubicua que todavía no encuentra su lugar en el arte mexicano y quizá por no ser un nacionalista recalcitrante todavía no ha formado parte de ninguno de los nichos sagrados de los artistas mexicanos. "Es un artista que no se deja agarrar tan fácilmente por la política. Eso me gusta mucho de Covarrubias. Es un artista que no es fácilmente manejable por los políticos".
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Arroyo cuenta que con Fomento Cultural Banamex están trabajando un libro sobre Miguel Covarrubias. Con Anahí Luna coincidieron en qué hacer un catálogo estaría circunscrito a las piezas de la exposición, cosa interesante porque consiguieron piezas muy buenas. Sin embargo, se decidieron por un libro para que abarcara cosas que incluso no están en la exposición y que congregara a muchos especialistas hablando de trabajos que no están en ma muestra.
"Estas reflexiones que hay sobre su relación, por ejemplo, con el mundo de la modernidad estadounidense, con su visión de la arqueología en México, es muy interesante. Nos daba esto para un libro que documente plenamente, no solamente los ámbitos o los espacios de desarrollo de Covarrubias, sino también sus diferentes visiones en relación a lo que era el mundo de su época. Creo que es un artista mucho más moderno que la mayor parte de los artistas mexicanos de la época" afirma Arroyo quien cuenta que el libro aparecerá en noviembre, ya cerrada la exposición.
"Miguel Covarrubias. Una mirada sin fronteras" se exhibe hasta el 21 de septiembre en el Palacio de Iturbide (Madero 17, Centro Histórico) de lunes a domingo de 10:00 a 19:00 horas. La entrada es libre.
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