Canta Mares, la editorial que nació hace cinco años como un puente literario que busca redoblar los lazos entre Francia y México, apuesta por traer al país obras poco conocidas de escritores franceses consagrados, alternados con la publicación de autores contemporáneos que siempre implican un riesgo, porque “muchas veces los lectores no están acostumbrados a desconcertarse”, dice Melina Balcázar.

La editora y traductora, quien con Pedro Alejandrez fundó esta editorial especializada en literatura francesa, asegura que es una gran labor del editor introducir textos contemporáneos, “esa es nuestra apuesta. Queremos autores que ya tienen sus lectores en México y descubrir otros autores contemporáneos”.

Con esa perspectiva han publicado a Pascal Quignard, Claude Simon, Georges Didi-Huberman, Peter Szendy, Tony Duvert, Félix Nadar y Patrick Boucheron, y han editado de ellos obras que no han sido traducidas al español y que saben que tendrán resonancia en México.

Canta Mares se sitúa a contratiempo, entre lenguas y literaturas diversas, pero sin dejar de mirar el espacio y los contextos de Francia desde México, porque aseguran que esa es la manera en que transforman a quien escribe y a quien lee. “Desde el principio queríamos traer al espacio público y a la discusión en México, textos que nos aportan claves estéticas o filosóficas o historiográficas, pero siempre con una voluntad de diálogo en tanto que nosotros, ambos, somos mexicanos y siempre leemos desde México; es cierto que trabajamos con un corpus francés pero nuestro punto de partida es México, tanto para la lengua como para nuestras lecturas que buscamos crear en el espacio público”, afirma Melina Balcázar.

De esa manera Canta Mares, editorial especializada en literatura y pensamiento franceses contemporáneos, abre un espacio a la traducción, a la reedición y a toda escritura que esté a contrapelo de estas dos lenguas y literaturas.

“Es una manera de mediar esta relación cultural de la que tanto se habla hoy, pero que está movida por una pasión por la lengua francesa y por crear un diálogo que siempre ha sido intenso entre México y Francia”, señala Balcázar, quien dice que a las cuatro colecciones que ya tienen: narrativa breve, narrativa, ensayo y documentos, quieren agregar la de poesía, que planean que sea bilingüe.

Pedro Alejandrez, quien junto con Balcázar son los traductores y editores de Canta Mares, recuerda que empezaron el catálogo con Pascal Quignard; continuaron con Claude Simon, Nobel de 1985, cuya obra consideran indispensable para comprender la violencia del mundo moderno. Luego editaron a Didi-Huberman, un escritor y artista que expuso en el MUAC y que siempre despierta gran interés; y así hasta llegar a Félix Nadar y Patrick Boucheron.

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