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El ballet clásico tiene que evolucionar y renovarse, quitarse el polvo si se quiere que las nuevas generaciones se acerquen a esta expresión artística, dice el coreógrafo Nacho Duato, considerado como una de las figuras de la danza en el mundo, quien presentará en México las obras White Darkness y Gnawa en el marco de la primera edición de Danzatlán. Festival Internacional de Danza, organizado por la Fundación Elisa Carrillo A.C.

“El ballet clásico tiene que evolucionar porque no puede ser tan largo ni tan pesado, con tanta variación; si quieren que la gente joven vaya a ver ballet, hay que quitarle el polvo y aligerarlo. En el siglo XIX, la gente se la pasaba cuatro horas sentado viendo el ballet, hoy la vida ha cambiado tanto, las cosas son tan aceleradas, y pasan tantísimas imágenes frente a nosotros durante el día; se puede presentar El lago de los cisnes pero hay que aligerarlo, quitarle la pesadez. En el caso de lo moderno, uno tiene que ir hacia el futuro pero con los zapatos viejos, si los que quieren hacer cosas nuevas no tienen una base ni respetan el pasado, no llegan muy lejos”, dice en entrevista telefónica con la prensa el director artístico del Staatsballett Berlín.

La primera edición de Danzatlán se llevará a cabo del 7 al 15 de julio. Esta es la tercera vez que vienen bailarines del Staatsballett Berlín con una producción de la compañía y coreografía de su director.

Las galas se presentarán en Bellas Artes (13 de julio, 20:00 horas), en el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, Texcoco (11 de julio, 19:00 horas); y en el Teatro Morelos, en Toluca (14 de julio, 19:00 horas). Habrá una gala adicional de Elisa y amigos, el 19 de julio en el Auditorio Metropolitano Puebla, a las 20:00 horas, fuera de las actividades de Danzatlán.

Inspiración. Respecto a Gnawa, que estrenó en 2005 Hubbard Street Dance Chicago, Duato explicó que es una pieza que evoca el desierto del norte de África; mientras que White Darkness aborda el tema de las adicciones.

“He estado en el Sahara y son impresionantes sus noches, su cielo estrellado, en ello me he inspirado para Gnawa; y la segunda obra es una reflexión sobre el mundo de las drogas y cómo las personas pueden morir por consumirlas”, explica.

La heroína de este ballet de un acto pierde la fe en el amor y busca el olvido, pero el rumbo que escoge, lejos de darle felicidad, la llena de una agitación febril, de alienación y desilusión, y se impone el aislamiento.

“En mis ballets no suelo ser dogmático, me gusta mucho sacar varias interrogaciones y ponerlas encima del escenario. Tengo una hermana pequeña que murió a causa de las drogas y es algo terrible. La vi meterse en eso, desaparecer y perecer. Cuando ves White Darkness notas esa angustia, ves a una bailarina atraída por algo y al final sucumbe y muere, pero todo de manera muy poética. Creo que la danza está más cerca de la poesía que de la prosa, por eso me gustan más los ballets abstractos, tú lees una poesía y aunque no entiendas bien el significado tienes una idea de lo que quiere decir y tú puedes crear tu propio mundo; en cambio en la prosa tienes que seguir lo que te dicen y así es el ballet clásico”.

Duato dejará la dirección artística de la Staatsballett Berlín en las próximas semanas luego de cuatro años de trabajo. Al respecto, indica: “No me he parado a pensar cuál será el futuro de la compañía que voy a abandonar, si te divorcias de alguien, uno mira hacia el futuro, no en la persona que acabas de dejar. A esa persona, normalmente, la tratas de olvidar. Han sido cuatro años muy bonitos, he hecho muchas cosas, al público le ha gustado y creo que a los bailarines también. He dejado una compañía mejor de la que me encontré, hay 30 nuevos bailarines”.

Duato fue director artístico de la Compañía Nacional de Danza de España durante dos décadas, y luego de ocho años de separación volverá a colaborar con la agrupación; en este contexto, asegura que está en desacuerdo con que las direcciones cambien cada vez que hay un nuevo gobierno.

“Los políticos van cambiando las cosas según sus conveniencias, las cuales suelen ser de tipo electoral y poco les importa el arte y la cultura. Son palabras bastante fuertes pero como yo no tengo pelos en la lengua, lo que digo es la pura realidad; imagino que a ustedes les pasa lo mismo, así que saben que lo que digo es verdad. Las compañías independientes tienen peor situación por la falta de apoyos, son unos héroes. Yo quiero hacer una fundación para apoyar la danza, mi problema es que me gustaría que fuera privado, pedirle dinero a gente con dinero”.

Las compañías que se presentarán en Danzatlán son Les Ballets Jazz de Montrèal, Hubbard Street Dance Chicago y São Paulo Companhia de Dança, con obras de Duato, Ohad Naharin, Benjamin Millepied y Henrique Rodovalho.

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