El próximo jueves 29 de marzo el Instituto Nacional Electoral (INE) dará a conocer los registros oficiales de las candidaturas federales postuladas por los partidos, las coaliciones y por vía la independiente para las elecciones de 2018. Una vez que revise los informes de ingresos y gastos de cada aspirante o precandidato, el INE determinará quiénes estarán en la boletas del próximo 1º de julio.

Es la primera vez que las candidaturas independientes entran en competición por los cargos de elección popular a nivel nacional, incluyendo el puesto a la Presidencia de la República. Pese a que resulta cuestionable que represente una alternativa “real” a la política partidista, hasta ahora Margarita Zavala parece ser la primera y única mujer en alcanzar los apoyos ciudadanos necesarios para obtener su registro como candidata independiente (1) al cargo de presidente en la historia de México. Sin embargo, tomar como definitiva esta afirmación aún puede resultar temerario.

A pesar de su corta existencia en el juego democrático mexicano, las candidaturas independientes no han estado exentas de las “malas prácticas” electorales. Un ejemplo clamoroso lo son las irregularidades detectadas por el INE en la recolección de los apoyos ciudadanos. Alrededor de 3.3 millones de firmas presentadas por los tres aspirantes independientes –Margarita Zavala, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” y Armando Ríos Piter “El Jaguar”– han sido descartadas por el INE por diversas inconsistencias: las cuales van desde la recopilación de apoyos ciudadanos inscritos en el padrón electoral pero no en la Lista Nominal y de ciudadanos que fueron dados de baja del Registro Federal de Electores, hasta la presentación de firmas por duplicado y la exhibición de fotocopias o documentos inválidos (licencias de conducir, tarjetas de presentación, tarjetas de descuento, etc.). Estas últimas acciones constituirían verdaderas simulaciones o falsificaciones de credenciales de elector, en una frase, fraude a la ley.

Hasta ahora el INE ha anulado de entre el 40 y 80% de las firmas presentadas por los tres punteros a la elección presidencial: después de la revisión fueron anulados 44.9% de los apoyos recabados por Margarita Zavala, 58.9% de “El Bronco”, 86.3 % de Armando Ríos Piter (2). Se trata de datos no menores, si consideramos que la confirmación de dichas irregularidades podría significar la pérdida misma de la candidatura a los aspirantes responsables. Sin embargo, es un tema que no ha tenido la atención necesaria o, en el peor de los casos, ha pasado percibido por la ciudadanía.

En México el fraude y la corrupción parecen tener un muy bajo (por no decir nulo) costo político. Vivimos en un país en el que la trampa parece estar premiada socialmente (“el que no tranza no avanza”) y el cumplimiento a la ley es percibido como una alternativa, una sugerencia o una elección moral antes que una obligación ciudadana.

Los y las aspirantes a las candidaturas independientes al pretender burlar la ley, no sólo han contribuido a desprestigiar un mecanismo pensado para renovar el sistema político mexicano y hasta mejorar la calidad de la democracia, han intentado también engañar a la ciudadanía entera.

Investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM

(1) Se necesita i) recabar 866,593 firmas válidas de ciudadanos inscritos en la lista nominal (equivalentes al 1% del Padrón Electoral) y ii) cumplir con el criterio de dispersión geográfica de las firmas obtenidas (es decir, 1% del Padrón en al menos 17 entidades) para estar en la boleta presidencial.

(2) Datos disponibles en: Consultado el 25 de marzo 2018.

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