En la encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado que realiza Banco de México, correspondiente al mes de junio del año en curso, nuevamente se reporta una estimación a la baja en el crecimiento del PIB para 2019 y 2020. Para el año actual la media de las respuestas en el mes de junio de los grupos de análisis y departamentos de estudios económicos de bancos y otras firmas de las finanzas y consultorías en economía del sector privado estiman un crecimiento del PIB de 1.13%. Para 2020 la estimación es de 1.66%. La reducción en las expectativas de crecimiento de la economía que se reportan en estas encuestas se refuerza desde el mes de octubre del año pasado, existiendo un comportamiento semejante para el año próximo. El crecimiento previsto en estas estimaciones no implica un cambio positivo con el desempeño de la economía de los años previos.

Un crecimiento del PIB de ese orden no genera condiciones estructurales para avanzar en la disminución de la desigualdad social. Tampoco permite un amplio crecimiento del trabajo formal y no es el mejor contexto para alcanzar incrementos significativos en los ingresos de amplios grupos de la población. Sin duda el crecimiento de la economía debe estar acompañado de otras medidas que hagan posible la creación de empleos dignos y la disminución en la desigualdad social. Pero es necesario un aumento mucho mayor del PIB que se articula con mejoras en el sistema educativo, con la ejecución de una política de salud para el conjunto de la población, con la conservación del medio ambiente e incluso con el desarrollo de fuentes alternativas de energía.

La observación sobre el comportamiento futuro de la economía que se considera en la encuesta para el periodo de 2020 a 2029 no implica un cambio en la tendencia, se pronostica un crecimiento anual del producto de 2.19%. Otras estimaciones de organismos financieros y económicos multilaterales para el año actual y el próximo no difieren sustantivamente de la presentada por Banco de México.

Incluso en los Criterios de Política Económica para 2019 hay cifras semejantes y en las estimaciones para los años siguientes tampoco se constata un cambio en la tendencia. A la fecha es necesario avanzar en la discusión del tema y encontrar los medios que permitan un crecimiento mucho mayor del PIB a partir del cual se avance en el desarrollo social.

Un aspecto relevante en la discusión se ubica en el campo de las finanzas públicas, en particular en el gasto público. El tamaño del sector público en México medido por el peso del gasto con relación al PIB es muy inferior al de los países desarrollados. Incluso, en los países de crecimiento sostenido en décadas recientes el tamaño del sector público es mucho mayor. En ese contexto es que debe valorarse el desempeño reciente de las finanzas públicas y en particular del gasto público.

Al mes de mayo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público informa que en los primeros cinco meses del año hay un superávit en el balance público, frente al ligero déficit que se tenía programado. También destaca que existe un gasto neto presupuestario inferior al programado por la suma de 140.7 mil millones de pesos, en particular debido a un menor gasto programable de 106.2 mil millones de pesos. Es un escenario que no propicia el crecimiento económico y refuerza las tendencias negativas que desde hace meses se observan en el comportamiento de la inversión. El reforzamiento de algunos segmentos del consumo privado derivado del gasto en los programas sociales no revierte la dinámica de la economía. Por ejemplo, no influye en otros ámbitos del consumo privado como lo revela el comportamiento a la baja que se observa en el mercado de ventas de automóviles. Es necesario considerar la situación en su conjunto y proceder a realizar los cambios en las finanzas públicas que resulten compatibles con el crecimiento, en particular en un contexto en que gana fuerza o se mantiene la debilidad en la economía a la vez que hay inestabilidad en los mercados financieros internacionales. Es imprescindible valorar los datos económicos con el objetivo de alcanzar un crecimiento suficiente para lograr la reducción en la desigualdad social.

Departamento de Economía, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa
Twitter: @GregorioVidalB

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