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Sin haberme suscrito, de pronto comenzaron a llegar a mi correo electrónico mensajes de Pejeleaks.org. Esta semana el Pejeleak ha sido sobre la relación entre el diario que dirige Carmen Lira, La Jornada, y Andrés Manuel López Obrador desde que era jefe de Gobierno de la hoy CDMX.
En Pejeleaks publican una columna ilustrada con un video de poco más de dos minutos en el que se menciona el gasto publicitario del GDF cuando AMLO era su jefe de Gobierno y se menciona que uno de los hijos de López Obrador vive en la casa de quien es asistente de la dueña de La Jornada.
No hay firmas; no hay fuentes primarias. Hay denuncia.
Esta estrategia de sacar una página usando un nombre similar al de Wikileaks en el que de forma anónima se puede entregar información y el portal lo publica, ha sido descrita como guerra sucia en contra de AMLO. Más que guerra sucia es parte de la guerra digital que se juega hoy en prácticamente todos los ámbitos, desde el empresarial, hasta sin duda el político.
En el caso de Pejeleaks.org, el portal busca dar a conocer “al verdadero López Obrador” dado que ha estado por más de dos décadas en el ojo público y aún hay preguntas básicas sobre él que quedan sin responder. Desde cómo paga la vida de eterna campaña bajo la premisa de honestidad y desempleo.
Cuando AMLO es cuestionado sobre ello, sus respuestas, lejos de aclarar la situación, crecen la incógnita. Para muestra reciente, su declaración de que a veces no tiene ni para pagar un taxi y que él carga solamente $200 pesos en su cartera.
AMLO siente que esa pobreza inexplicable lo hace ser honesto. Lo piensa así porque vive en un país en el cual ser millonario es sinónimo de corrupción, de trampas y de cochupos con el gobierno. Hay otros países en los que ser tan pobre y aspirar al servicio público es muy mal visto porque precisamente la falta de recursos vuelve más vulnerable a la corrupción al político en cuestión.
Pejeleaks.org es entonces la respuesta para tratar de hacer transparente a un político opaco. Y la estrategia es a través de las redes digitales para poder acercar al ‘verdadero’ AMLO a los 4 millones de millenials que podrán votar por primera vez en esta elección del 2018.
Para este segmento del electorado los años de AMLO tomando pozos petroleros en Tabasco o cerrando Reforma ocurrieron cuando ni se asomaban a leer las noticias. La estrategia de Pejeleaks.org es entonces dar a conocer por medios más modernos a un segmento de la población más joven quién es AMLO.
AMLO por su parte tiene muy bien armada su propia estrategia digital. La tiene armada desde hace tiempo, a diferencia de las campañas de sus contrincantes. AMLO ha construido un ecosistema digital en dos vías: páginas oficiales, de Morena, y no oficiales, como Regeneración.mx que tiene casi 2.5 millones de seguidores tan solo en Facebook. Su estructura la comparte con otros pesos pesados dentro de Morena, como Claudia Sheinbaum, precandidata a la Jefatura de Gobierno de la CDMX.
Quienes conocen de estas estrategias digitales me comentan que, si bien AMLO tiene buena organización y penetración, está sustentada en seguidores falsos o creados, en bots, a diferencia de Ricardo Anaya, por ejemplo, quien quizás no logra tanta penetración, pero la campaña que le lleva Roberto Trad es más orgánica, es decir, de más seguidores reales.
APOSTILLA: hablando de estrategias de comunicación, me topé con quien le lleva la suya a Mikel Arriola en la CDMX. Muy contento por el ruido generado a partir de las declaraciones conservadoras de Mikel en contra de la marihuana y adopciones de personas del mismo sexo. “Le estamos hablando a las miles de personas que viven en la CDMX y a quienes ni se les preguntó si estaban de acuerdo con legalizar la marihuana o las adopciones gays”.
@AnaPOrdorica