El problema laboral que se registra en la refinería de Dos Bocas, Tabasco, puede motivar a sindicatos estadounidenses a solicitar a su gobierno que intervenga en el asunto a través de los mecanismos que marca el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), dijo el socio de AGON y exjefe negociador técnico de ese acuerdo trilateral, Kenneth Smith Ramos.

El ámbito laboral es de los más importantes para el presidente estadounidense, Joe Biden, y por eso la representación comercial de ese país (USTR, por sus siglas en inglés) pone especial atención en la materia, al igual que las organizaciones sindicales.

Por ello, si el conflicto no se resuelve rápido, puede abrirse un panel en contra de México, cuyo gobierno tendrá que demostrar si es o no una violación al T-MEC, explicó el especialista.

“En el texto del T-MEC, en específico, dice que cuando haya una violación se aceptará que afecta al comercio e inversión, y el país tiene que demostrar que no hay afectación al comercio e inversión”, aseveró.

Lo anterior, ya que en el protocolo modificatorio, México aceptó que la carga de la prueba está en manos del acusado, y no de quien acusa, por lo que será la autoridad mexicana la que demostrará si el asunto afecta o no al comercio y la inversión.

Hay muchos sindicatos que tienen la mirada puesta en México y que pueden analizar qué pasa no solamente en Dos Bocas, también en las obras del Tren Maya y del aeropuerto de Santa Lucía, proyectos para los cuales no hubo una evaluación de impacto ambiental, lo que va en contra de los compromisos de protección al medio ambiente, agregó.

Smith Ramos recordó que uno de los capítulos del tratado señala que los países deben tener leyes que aseguren la protección ambiental.

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