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A pesar de que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ajustó a la baja la estimación de crecimiento de México de 2.8% a 2.5% el próximo año, se trata de una de las cifras más optimistas para el primer año del próximo gobierno.

La cifra del organismo es superior a la encuesta de expectativas que dio a conocer CitiBanamex el martes pasado, en la cual el consenso de analistas del sector privado prevé una expansión del PIB de 1.9%.

El presentar su informe sobre Perspectivas Económicas, la OCDE estimó que en 2018 se tendrá un crecimiento de 2.2%, lo que representó una revisión a la baja, porque en mayo se pronosticó 2.5%.

La disminución es aún mayor a la expectativa de los especialistas de la encuesta de CitiBanamex, de 2.1%.

La organización explicó que la baja inversión en infraestructura frena el crecimiento de México, por lo que estima avances de alrededor de 2% de aquí a 2020, año en que se tendría una expansión de 2.8%.

Aseguró que con la llegada de la nueva administración se espera un incremento de la inversión física por los proyectos de infraestructura que se plantean realizar; sin embargo, advirtió que el aumento del capital público tiene que acompañarse de disciplina fiscal.

Si bien el acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá genera certidumbre y podría atraer inversiones, existe el riesgo de que se reduzcan las exportaciones por la misma desaceleración, sobre todo el envío de bienes y servicios a la economía más grande del mundo, la cual crecerá 2.9% en 2018, bajará a 2.7% en 2019 y llegará a 2.1% en 2020.

De mantenerse la inflación al alza, la autoridad podría “subir la tasa de interés”, manteniendo la disciplina fiscal en todo momento.

Entre las recomendaciones que da la OCDE al gobierno mexicano está el mantener las reformas estructurales, porque serán prioritarias para alcanzar un crecimiento inclusivo, conservar la política monetaria, disminuir la relación deuda/PIB, consolidar los programas sociales y reducir la fragmentación de los servicios, así como aumentar la recaudación y disminuir la evasión, lo que implicaría eliminar las exenciones y subir impuestos al medio ambiente.

Además de aumentar el crecimiento inclusivo, mejorar el entorno de la inversión, aumentar el acceso a la educación de calidad y reducir la informalidad.

La OCDE informó que el crecimiento económico mundial tocó techo mundo y se intensificarán los riesgos en los próximos meses, porque se registra una desaceleración global, sobre todo de naciones como China, la cual registrará un descenso de 6.6% en 2018 a 6% en 2020. Otros factores que ralentizarán la economía son el proteccionismo y menor confianza de inversionistas.

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