La contingencia sanitaria por está replanteando la necesidad de volver a utilizar el plástico porque es un material que sirve como barrera en contra del coronavirus, aseguró Alejandra Ramos Jaime, economista de la Universidad Autónoma de Coahuila y presidenta del proyecto ambiental TAAN.

En entrevista con EL UNIVERSAL, considera que el plástico, por ejemplo, en bolsas que se venían utilizando en centros comerciales o de autoservicio, satisface la necesidad de protección del consumidor.

Es un material en el que se puede confiar y puede ayudar a frenar la propagación del virus, lo que echa por tierra la prohibición de producir y comercializar bolsas de plástico en la Ciudad de México y algunos otros estados del país que entró en vigor el 1 de enero de este año.

Su prohibición se sustento en criterios ambientalistas, pero la realidad es que el verdadero problema radica en el manejo inadecuado de los residuos, debido al incumplimiento de los normas y políticas públicas tanto por parte de la ciudadanía, como de las empresas y el gobierno.

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“Creo que las legislaciones olvidan la preferencia de los consumidores y sus necesidades e incurren en costos que no son calculados al momento de legislar”, agregó.

El problema de la excesiva contaminación no reside en el plástico per se, sino en la administración de la basura: “las evidencias demuestran que el plástico es producido de una forma muy eficiente, es delgado, requiere poco material, poco volumen, poco peso, de menores costos de transportación…, lo que lo hace potencialmente ecológico”.

Más aún, “una bolsa al aire es contaminación, pero una bolsa de acarreo que después se utilizada como contenedor de basura, se vuelve un producto ecológico”.

Por ello, detalló, si los residuos no se disponen adecuadamente no solamente el plástico, sino el vidrio, las latas, cartón y cualquier otro tipo de material seguirán contaminando el medio ambiente.

El sector es tan importante para el país que actualmente aporta el 3% del PIB. Retirar el plástico es un error que puede tener muchos más costos ambientales.

Destaco que, de acuerdo con estudios de la Agencia Ambiental del Reino Unido, las bolsas de papel y de tela tienen que ser utilizadas en más ocasiones, siete y 327 veces, respectivamente, para disminuir los efectos ambientales en el proceso de su fabricación en comparación con una bolsa de plástico usada como bolsa de basura.

“Las bolsas de tela como de papel requieren el uso de muchos más recursos, ya sea agua, tala de árboles, energías. Además, emiten una gran cantidad de gases de efecto invernadero en su producción”, comentó la especialista.

Ramos Jaime señaló que este tipo de políticas distrae del problema de fondo, que es la mala gestión de administración de basura.

En México, agregó, se producen 103 mil toneladas de basura diariamente, de las cuales sólo se recolecta el 84%, por lo que 16 mil toneladas permanecen en las calles, en cuerpos de agua, o cualquier lugar del medio ambiente.

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