Pequeños comerciantes de la Ciudad de México

denunciaron que el cierre de establecimientos por la implementación del semáforo rojo se dio “sin un plan de acción económica que les ayude a soportar la falta de ingresos por las ventas que no se podrán realizarse", lo que dificultará el cumplimiento de adeudos de renta, impuestos, luz, salarios y, ahora, aguinaldos.

Es un escenario de extrema preocupación para los dueños de estos establecimientos, dijo Gerardo Cleto López Becerra, representante de la asociación Con Comercio Pequeño y expresidente de la Canacope Ciudad de México.

López Becerra manifiestó su disposición de atender el mandato de las autoridades porque es consiente de la gravedad de la emergencia sanitaria que estamos enfrenando y externó su enojo por la imposición del cierre por parte de las autoridades, que no lograron implementar medidas de prevención para evitar la nueva crisis hospitalaria.

A través de un comunicado, López Becerra afirmó que el sector formal implementó las medidas publicadas en los protocolos de acción: tapetes sanitizantes en los accesos, uso de cubrebocas obligatorio para trabajadores y clientes, aplicación de gel antibacterial, señalizaciones de entradas y salidas, reducción en el aforo de la clientela al 30%, inversión en fumigación y sanitización de los locales, reducción de los horarios de servicios e incluso invirtió en campañas para evitar contagios.

Además, los comerciantes implementaron el código QR para detectar infecciones.

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Sin embargo, en el comercio ambulante –que en algunos sectores representa más del 50% de la movilidad comercial— faltaron muchos de los controles que eran necesarios como el uso de cubrebocas, el cuidado del distanciamiento físico y la sanitización de los espacios.

“Se perdió mucho tiempo sobre-regulando a los sectores que estaban en la disposición de atender las medidas de prevención , mientras que se descuidó al comercio ambulante y ahora todos pagamos la consecuencia de los descuidos", subrayó López Becerra.

Aseguró que el decreto publicado el pasado viernes 18 de diciembre por el gobierno de la CDMX “está causando confusión en el sector", pues exenta del cierre a pequeños negocios de barrio que tengan un máximo de tres trabajadores.

Dueños y encardados de establecimientos mercantiles de franquicias o cadenas, de los giros de pinturas, perfumes, ropa, artículos electrodomésticos, telefonía celular, entre otros, no saben si pueden ser considerados “negocios de barrio”, al estar ubicados en colonias populares y tener más de tres trabajadores, toda vez que la Ley de Establecimientos Mercantiles de la Ciudad de México no define que es un “pequeño negocio de barrio”.

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Aclaró que la salvedad para la operación de “pequeños negocios de barrio” sólo aplica para la CDMX, pues el decreto del gobierno del Estado de México no hace ninguna referencia a este rubro.

Comentó que para dueños y comerciantes del Centro Histórico de la CDMX que tienen sus locales frente a Palacio Nacional y calles aledañas, la medida tomada resulta un duro golpe, pues esos negocios esperaban un repunte de ventas para este fin de año y así recuperar un poco de las pérdidas económica que se dieron en la zona por la implementación del cierre de calles con vallas y fuerza pública que se dio en meses pasados.

cev/jcgp

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