La decisión del gobierno federal de eliminar paulatinamente el herbicida llamado glifosato, e impedir gradualmente la importación de maíz transgénico, puede aumentar los costos de producción, pero también evitar la entrada del grano procedente de Estados Unidos, lo que significará una violación al T-MEC, advirtió el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Con la publicación que realizó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) en el Diario Oficial de la Federación el pasado 31 de enero y que entró en vigor el 1 de enero, se puso en marcha el decreto que ordena a las dependencias “sustituir gradualmente el uso, adquisición, distribución, promoción e importación de la sustancia química denominada glifosato”.
La idea del gobierno es que a partir del 1 de enero de 2021 inicie un control gradual de las importaciones de glifosato y de maíz transgénico para prohibirlo totalmente en 2024.
Sin embargo, no hay claridad de qué pasará con el maíz genéticamente modificado, y es necesario que se explique qué sucederá, porque Estados Unidos exporta a México ese grano, expuso el grupo.
Al año, los estadounidenses venden al mercado mexicano 17 millones de toneladas a través del T-MEC, sin autorización gubernamental o cupo alguno y toda la producción del país vecino es de maíz genéticamente modificado.
“Cualquier prohibición gubernamental sobre la importación de maíz de Estados Unidos implica una violación al T-MEC con las graves consecuencias que esto pudiera generar para la economía nacional y la relación política y comercial entre ambos países”, expuso.
En un análisis hecho por la firma consultora añadió: “Sin duda el uso del glifosato como herbicida ha sido objeto de controversia por daños al ambiente y toxicológicos por lo que es deseable su sustitución; sin embargo, es necesario analizar cuáles son las alternativas de sustitución y sus efectos en la producción agrícola en términos de acceso, costos y resultados”.
En la búsqueda de sustitutos pidió involucrar, además del Conacyt, a proveedores de agroquímicos en el país para encontrar lo más pronto posible los productos idóneos para cumplir con la misma función del glifosato.