La semana pasada, los hipsters pretenciosos que “no vemos la tele, sólo Netflix y MUBI gooooeei” nos enteramos, a través de Facebook o Twitter, de la existencia de Paty Navidad (qué chido apellidarte como una festividad; ahora que estoy deshaciéndome del “De Anda” podría convertirme en “Tamara Día de Muertos” o “Tamara Día de la Bandera”). No por su desbordante talento, tampoco por alguna declaración polémica ni por tuitear a favor del Partido Verde, sino porque NO MAMES SE LE CAYÓ LA TOALLA SANITARIA MIENTRAS ESTABA EN EL ESCENARIO AHAHAHAHA QUÉ OSO.

(Además ya vi el video y ni es una toalla, ¿o sí? Bueno, especulaciones pendejas como la mía hay para aventar pa’arriba en los comentarios de YouTube; los invito a pasar un bonito rato de esparcimiento leyéndolos y, con ello, perder la fe en la humanidad.)

(Otro paréntesis: nadie dice “toalla sanitaria”, ¿no? ¿Le podemos decir “Kotex” y ya, como nombre genérico? Como dice un amigo: “Always es un Kotex”.)

¿Se acuerdan de la revista Tú y su sección “Trágame Tierra”? Casi todos los osos tenían que ver con LA MENSTRUACIÓN, EL PROCESO FISIOLÓGICO PROHIBIDO: “Se me manchó la falda y todos en el salón lo notaron, incluyendo el chico que me gusta”, “El chico que me gusta fue a mi casa y el perro apareció con una toalla usada que se había robado del baño”, “Iba caminando por el pasillo de la escuela y se me cayó el paquete de toallas enfrente de todos”.

Qué osos sus osos. ¡Pero no! ¿Cómo no sentir vergüenza por algo de lo que todo mundo habla en voz bajiiiiiiiiita? Si cuando vas a la farmacia y compras unos Kotex o unos tampones, el encargado los agarra ESPANTADÍSIMO para después envolverlos en papel estraza y meterlos en una bolsa negra, como si fueran un guato de mota o un juguete comprado un día antes del Día de Reyes (“Tamara Día de Reyes”), para que NADIE VEA LO QUE LLEVAS AHÍ.

En mi primaria de tabicón peludo, un día llegaron unos señores de Kotex y nos pusieron el famoso video de Disney para explicar la menstruación. A los niños-del-sexo-masculino los sacaron del salón, porque era algo QUE NO DEBÍAN VER, algo secreto, algo malo.

(Amigos, no se perdieron de nada: el video termina en que las mujeres hacen el quehacer, contraen matrimonio y tienen hijos, justo como casi todo el material audiovisual que han visto a lo largo de sus vidas.)

En mi secundaria, casi corren a una chava por pegar un Kotex en la pared. Un Kotex limpio, recién sacado de su bolsita. ¿Y si hubiera sido un post it, una sincronizada de jamón con queso, una suela de zapato? Nadie lo habría notado siquiera. PERO UN KOTEX ESO ESTÁ MAL ESO DEBE MANTENERSE EN PRIVADO EN SECRETO NO SE HABLA NO SE MENCIONA NO SE VE NIÑA MALPORTADA INDECENTE LE VAMOS A LLAMAR A TUS PAPÁS.

Levante la mano la que, ya como adulta responsable y pensante y feminista, de forma casi automática “esconde” el tampón o el Kotex cuando, en la oficina, va camino al baño a cambiarlo.

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¿Es una estupidez? Lo es. ¿Sabemos que es una estupidez? Lo sabemos. ¿Por qué lo hacemos? Es un movimiento reflejo, condicionado por tantos años de educación pendeja. Yo digo que, una toalla o tampón o copita de plástico a la vez, le vayamos sacudiendo el tabú a la menstruación.

“AY PLAKETA GUÁCALA QUÉ ASCO QUÉ SIGUE QUE TE QUIERAS DEJAR LOS PELOS DE LAS AXILAS?”

(Sí.)

Por eso se me hizo tan chida la campaña en toallas y pantiprotectores de esta chava. Por cierto, ¿qué pasó? ¿Los siguió haciendo? ¿Por qué no le hemos copiado? ¿Y si Paty Navidad estaba intentando emularla pero no le salió? No.

***

“En otro orden de ideas”, me cae que ya me voy a cambiar a la copa menstrual porque:

1) Qué pinche contaminación con los Kotex, me siento muy culpable, EL MUNDO SE ESTÁ ACABANDO POR MI CULPA.

2) Qué pinche gastadera.

3) Qué pinche hipocondría con el “síndrome del shock tóxico” y que te agarre la paranoia de que si se te olvidó sacar el tampón o no y qué tal que había uno ahí cuando metiste el nuevo y qué tal que dejaste uno del mes pasado y qué tal que ya entró un tampón viejo a tu torrente sanguíneo y oiga doctor me voy a morir.

4) Qué pinche desastre cada vez que Vindaloo, mi gatita salvaje, se roba un Kotex usado del bote de basura y lo despanzurra porque cree que es un animal que acaba de cazar.

Y ya. Me choca que esta opción esté relacionada con cosas místico-esotéricas y con guardar tu sangre en cubetas porque ES EL FLUIDO MÁS SAGRADO Y HAY QUE REGAR LAS PLANTAS CON ÉL. Supongo que simplemente es cómoda y conveniente. También supongo que los gatitos se la van a robar para jugar con ella. Cuéntenme cómo les ha ido.

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