Por Daniela Díaz Echeverría

A dos años de que se puso la primera piedra de la Clínica de la Mujer en Atoyac, Costa Grande de Guerrero, la obra sigue inconclusa. Pese a que se presentó con bombos y platillos como la primera en su tipo en Guerrero, destinada a prestar servicios de prevención y detección de cáncer cérvico uterino y mayormente cáncer de mama.

En Guerrero, el cáncer de mama es el principal tipo de cancer que afecta a las mujeres, así se reconoció en el Programa Sectorial de Salud estatal 2011 – 2015. Para atender tal situación el gobierno estatal definió metas e indicadores principalmente orientados a aumentar la detección sobre todo en mujeres mayores a 25 años. Con la puesta en marcha de la clínica se esperaba atender a 35 mil mujeres que habitan en 83 localidades de cuatro municipios (Atoyac, Tecpan de Galeana, San Jerónimo y Coyuca de Benítez). El programa estatal se alinea con la política de salud nacional en cuanto a los llamados cánceres de la mujer; y la asignación de recursos federales y estatales se ordena con las metas de disminuir la mortalidad que provocan y de aumentar la cobertura de detección.

La cronología de los hechos es simple, desde el 2010 organizaciones locales generan evidencia para impulsar la construcción de la clínica, en marzo de 2014 la Secretaría de Salud de Guerrero firmó un convenio de colaboración con el ayuntamiento, para la construcción y equipamiento de la unidad de prevención de cáncer de la mujer en el Hospital General “Dr. Juventino Rodríguez García” de Atoyac de Álvarez, Guerrero, en el cual se resalta ante la demanda urgente de los servicios de salud de la región, es necesario implementar acciones que permitan detectar de manera oportuna lesiones precancerosas y/o cáncer en la mujer. Para lo cual, la Secretaría de Salud de Guerrero se comprometió a aportar cuatro mil ochenta millones de pesos, y el ayuntamiento con cinco millones.

Organizaciones de la región de la Costa Grande, han dado seguimiento al desarrollo de la obra, efectuando visitas en campo, solicitando información a las instancias públicas responsables incluido el ayuntamiento de Atoyac, entrevistado a las y los funcionarios, y denunciado el incumplimiento de la obra. De igual forma, han hecho público las irregularidades. Para muestra un botón, conforme el trabajo en campo, las organizaciones tienen constancia de que se han contratado dos especialistas en oncología y el uso del mastógrafo, pero como no hay donde o con qué ejercer, efectúan otras actividades. Asimismo, el mastógrafo está embalado en el hospital porque no existe un espacio acondicionado para su funcionamiento, el lugar sería la Clínica.

El municipio habría llevado a cabo una licitación pública, por lo cual ha generado una serie de documentación propia de dicho procedimiento, las organizaciones haciendo uso de su derecho de acceso a la información, los solicitaron, sin embargo, no les han entregado documento alguno.

El monitoreo, y reclamos se han hecho por la Comunidad Raíz Zubia, Susana Oviedo Bautista; Norma Mesino Mesino, dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS); Tita Radilla Martínez, vicepresidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos Víctimas de Violación de Derechos Humanos en México (Afadem); Rosa Ruth Rodríguez Mendiola, coordinadora del Consejo Ciudadano para la Reactivación del Desarrollo Sustentable de la Costa Grande (Credescog); la ex regidora, María Antonieta Castro Mondragón, Estela Arroyo, del Frente Ciudadano Atoyaquense y la regidora de Salud, Leonor Bello. Es de recordar que en octubre del 2013 asesinaron a Rocío Mesino integrante de OCSS, sumando a la larga lista de asesinatos y desapariciones de líderes sociales en la región de la Costa Grande.

En este tiempo, ya cambiaron los gobiernos estatal y municipal, ante la demanda de las organizaciones, ambos ejecutivos responden con el ¿y yo por qué? si fue la autoridad anterior. El ayuntamiento a la fecha, ha incumplido en responder en tiempo y forma a una serie de información requerida por las organizaciones, por ejemplo el contrato entre el ayuntamiento y la constructora mencionada, documento de suma importancia ya que allí deberían especificarse cláusulas de avance, penalización por retraso y calendario de la ministración de los recursos.

Las autoridades del ayuntamiento, de la Secretaría de Salud de Guerrero y federal, tienen la obligación tanto de proteger y garantizar el libre ejercicio ciudadano de exigir cuentas, como de transparentar toda la información relativa a la construcción de la Clínica de la Mujer, cumplir con la conclusión de la obra y auditar públicamente la gestión de estos recursos. De no ser así, nuevamente se estará ante un acto de malversación de recursos públicos bajo el amparo de la impunidad que parece ser el velo de protección del ejercicio público del México actual.

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