Durante la pasada LXII Legislatura, la salud pública se convirtió en un tema secundario, sino es que en uno de menor rango. Analizando las cerca de 75 iniciativas relacionados con obesidad, dónde la mayoría de éstas se enviaron directamente a la Comisión de Salud, solamente se aprobaron 4; de éstas, dos son puntos de acuerdo que exhortan débilmente al fortalecimiento de las políticas en obesidad, y las otras dos son los dos Impuestos Especiales sobre Producción y Servicios (IEPS) a los alimentos con alto aporte calórico y a las bebidas azucaradas (las únicas realmente fuertes).

Lamentablemente, el actuar del Congreso se ha dejado llevar con los intereses de las grandes industrias de alimentos, y por lo tanto, de las cámaras empresariales que las representan (CANACINTRA, CONCAMIN, CONMEXICO, ANPRAC, etc). Ejemplo de esto, es la negativa por parte de la Comisión de Salud de la LXII Legislatura, que decidió en abril de este año, dictaminar en negativo cerca de 4 iniciativas que buscaban fortalecer las actuales regulaciones a la publicidad dirigida a los niños y del etiquetado de alimentos y bebidas, ya que actualmente las dos no cuentan con criterios nutricionales académicamente sostenibles. Los lineamientos de estas dos regulaciones presentadas por la Secretaría de Salud en 2014, no siguen las recomendaciones de expertos nacionales e internacionales (ej. recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en el consumo de azúcares añadidas).

Actualmente estamos frente a una oportunidad de cambio. El 1ro de septiembre inició la LXIII Legislatura, con nuevos actores en el escenario político nacional, así como mucha expectativa en el actuar de los nuevos legisladores, principalmente de aquellos que fueron electos como Diputados Federales.

Desde la sociedad civil organizada, el gran interés es que tanto los nuevos Diputados, los Senadores y también los partidos políticos, incluyan en sus agendas parlamentarias el tema de la salud, y sobre todo la necesidad de legislar para prevenir y controlar una de las más grandes epidemias que vive México: la obesidad.

¿Cuáles son nuestras recomendaciones? Legislar con base en el Plan de Acción para la Prevención de la Obesidad en la Niñez y la Adolescencia, aprobado en 2014 por los Estados Miembro de la Organización Panamericana de la Salud, del cual México es signatario, incluyendo:

Instalación de bebederos de agua potable en escuelas y espacios públicos.
Cumplimiento de la regulación a la venta de comida chatarra en escuelas.
Fortalecimiento de las regulaciones a la publicidad dirigida a los niños y al etiquetado de alimentos y bebidas.
Promoción de la lactancia materna exclusiva.
Fortalecimiento del impuesto a los refrescos y las bebidas azucaradas.

Los legisladores y partidos deben demostrar su verdadero compromiso por la protección al derecho a la salud, mediante políticas públicas, y su legislación correspondiente, enfocadas en garantizar una alimentación adecuada, y con base en evidencia científica real, sin conflicto de interés. Tienen 3 años decisivos por delante; la opción es avanzar, nunca retroceder. La sociedad civil estará vigilante.


Por Luis Manuel Encarnación Cruz (@luismencruz)

Director de Fundación Mídete (@fundacionmidete) y Coordinador de la coalición ContraPESO (@contrapesomx)

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