


Defender al cliente puede costar la libertad o ruina patrimonial. Litigar se vuelve un acto temerario en un proceso donde cada palabra puede detonar represalias

En los 60 se hablaba de "libertinaje" y "agitadores externos", hoy se habla de "financiamiento oculto" y "provocaciones". Cambia el vocabulario, no la lógica



Atravesamos un momento similar; los cárteles empoderados se comportan como“gobiernos paralelos”: recaudan, negocian y administran su propia justicia


¿No sería más conveniente,sin gravar el pan y el refresco, recuperar el billón de pesos que se fuga cada año en el huachicol fiscal?






