Cuando vemos a un auto por la calle con un alerón , inmediatamente lo relacionamos con que se trata de un vehículo deportivo, o al menos con mucho estilo, que necesita de este aditamento a altas velocidades.

Y sí, más allá de solo ser un detalle estético, la mayoría de los alerones montados por las marcas en sus vehículos tienen como finalidad principal aumentar la estabilidad del coche a altas velocidades al realizar una presión en la parte posterior gracias a la fuerza del viento.

Históricamente, ha habido armadoras que volvieron famoso a su auto por solo este elemento, y habrá fanáticos de los coches que reconocerán de inmediato de que vehículo se está hablando con solo mencionar el contorno del alerón .

Estos son los alerones más icónicos de la historia, ordenados de manera cronológica.

Plymouth Roadrunner Superbird (1970)

Gracias a la búsqueda del dominio de NASCAR a finales de los años 60, marcas como Dodge, Ford, Mercury y Plymouth se aventuraron con diseños espectaculares, incluyendo un alerón de gran tamaño para el Roadrunner Superbird.

Plymouth

diseño una versión específicamente para homologación, que fue puesta a prueba por Richard Petit, leyenda del automovilismo americano de la época.

Los alerones más icónicos de la historia
Los alerones más icónicos de la historia

Lamborghini Countach (1978)

Contrario a lo que muchas personas piensan, este alerón no salió desde un principio con el Countach , pues más bien fue una mejora para la variante LP400S, que podía ponerse o quitarse en cuestión de minutos por sus dueños.

Con el alerón puesto, se mejoraba la estabilidad a altas velocidades, pero se reducía la velocidad tope del coche, pero Lamborghini corrigió este asunto con la llegada del LP500S, que tenía un máximo de 292 km/h.

Los alerones más icónicos de la historia
Los alerones más icónicos de la historia

Ford Sierra RS Cosworth (1985)

Bajo el mando de Lothar Pinske, diseñador del modelo, Ford se vio en la necesidad de montar este alerón crecido en tamaño y proporción al Sierra RS Cosworth para poder alcanzar la velocidad máxima deseada de 242 km/h.

Poco tiempo después, y contra competidores de su época, el Sierra RS Cosworth era invencible en las pistas gracias a su excelente aerodinámica y luego se le agregó un muy ligero alerón secundario para incrementar su agarre en curvas cerradas.

Los alerones más icónicos de la historia
Los alerones más icónicos de la historia

Ferrari F40 (1987)

No existe un auto más característico de la década de 1980 que el Ferrari F40 . Nacido como un homenaje a la marca diseñado por Pininfarina, este alerón no era de gran ayuda en las pistas, pero si añadía un fuerte toque agresivo al auto y era lo que se buscaba con él.

Fabricado en kevlar, al igual que el resto de paneles del F40, este alerón es parte de toda la tapa posterior, y algunos fanáticos de la marca aseguran que se puede ver el armado de fibra de carbono bajo la fina capa de pintura que lo recubre, esto para ahorrar el mayor peso posible.

Los alerones más icónicos de la historia
Los alerones más icónicos de la historia

Toyota Supra A80 (1993)

A tan solo a pocos años del inicio de un nuevo siglo, las marcas buscaban darle un toque futurista a sus autos para que no se volvieran diseños viejos en poco tiempo. El Supra echaba mano de trazos redondeados y figuras fluidas, incluyendo un alerón que se convirtió en un ícono de la cultura de las modificaciones.

Este alerón sí tuvo su origen como un elemento que ayudaría a la estabilidad del coche, que contaba con 325 hp y era 100 kilogramos más ligero que su predecesor.

Los alerones más icónicos de la historia
Los alerones más icónicos de la historia

Subaru Impreza 22B (1998)

Con un alerón que parecía extraído directamente de la parte trasera de un coche del WRC, Subaru presentó la versión más radical del Impresa a finales de los 90, que se convertiría en un clásico de culto para fanáticos de la cultura JDM.

Tanta fue la emoción que rodaba a este coche, que las 400 unidades fabricadas se vendieron en menos de 24 horas. Subaru fabricó tres autos especiales más para Colin McRae, Nicky Grist y David Lapworth, piloto, copiloto y jefe del equipo de competiciones de manera respectiva.

Los alerones más icónicos de la historia
Los alerones más icónicos de la historia

McLaren Senna (2017)

Cortesía de la división de alto desempeño de McLaren , este alerón produce 800 kg de “downforce” a altas velocidades, además de que regula su ángulo de inclinación automáticamente dependiendo si se está frenando o acelerando.

Para hacer de este alerón una pieza de ingeniería digna del auto, existen pequeños canales directos que ayudan a liberar el aire caliente del motor por el alerón, creando una zona de baja presión en la parte central del coche para aumentar la potencia de frenado. Como era de esperarse, el alerón está fabricado en fibra de carbono para ser ligero y resistente.

Los alerones más icónicos de la historia
Los alerones más icónicos de la historia

Ford GT (2017)

Cuando el auto no se está moviendo, el alerón se mantiene oculto a ras de la carrocería, pero al momento de superar las 70 millas por hora, o presionar el modo Sport, este elemento se eleva y ayudará a frenar de mejor manera al coche .

Este alerón se ajusta dependiendo el modo de manejo, además de alterar sus ángulos de inclinación para atacar las curvas a mayor velocidad sin perder tracción en el eje posterior. Esto trabaja en conjunto a la aerodinámica activa del coche que abre y cierra tomas en la carrocería para asegurar el mejor flujo de aire.

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