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En México, todos los días 30 personas se infectan de VIH, explica el doctor Carlos Magis, director de atención integral en el Centro Nacional para la prevención y el control del VIH y el sida (Censida). Esto quiere decir que cada año se presentan 11 mil nuevos casos en el país.
Del listado público de 2016 de las 34 medicinas disponibles para el programa de Acceso Gratuito a Tratamiento para personas con VIH sin seguridad social en México y que son adquiridas por el Fondo de Gastos Catastróficos del Seguro Popular, solo siete son genéricos.
“Uno de los pilares de este tratamiento que salva vidas (con Sida) es el empleo de antirretrovirales (ARV). Los ARV se suministran mediante una combinación de medicamentos que puede reducir la cantidad de VIH en el cuerpo o prevenir el VIH en personas que están en grave riesgo de contraer el virus”, dice el Fondo Mundial.
Pero ¿Cómo adquiere una persona sin seguridad social un tratamiento antirretroviral?
El Programa de acceso universal al tratamiento antirretroviral es financiado a través del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, por lo que para los beneficiados es gratuito.
Los afectados deberán afiliarse al Seguro Popular y dirigirse a alguna de las 138 unidades especializadas en la atención de la enfermedad, ya sea Hospitales Generales o Centros Ambulatorio para la Prevención y la Atención al VIH, Sida e TIS, distribuidas a lo largo y ancho de la República.
Para afiliarte al seguro popular el enfermo deberá vivir dentró del territorio nacional, no ser beneficiario de ninguna otra institución que brinde seguridad social (IMSS, ISSSTE, PEMEX, Sedena, Semar), contar con la Clave Única de Registro de Población (CURP) y de ser el caso, cubrir la cuota familiar.
Los documentos que se deben presentar son: el comprobante de domicilio reciente, CURP, acta de nacimiento, identificación oficial con fotografía y de ser el caso, comprobante de estudios de los integrantes de 18 a 25 años de edad.
ahc
