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El presidente Enrique Peña Nieto promulgó ayer la reforma política mediante la cual nace oficialmente la Ciudad de México como entidad autónoma del país, lo cual calificó como un logro y un triunfo de la democracia para los habitantes de la capital.

En el Patio de Honor de Palacio Nacional, llamó a que los próximos integrantes de la Asamblea Constituyente se desempeñen con responsabilidad y eficacia, con una visión de Estado por encima de los intereses de fracciones y partidos políticos.

En presencia de los presidentes de los poderes Legislativo y Judicial, la clase política capitalina, académicos, intelectuales y sociedad civil, dijo que la Ciudad de México sigue siendo sede de los Poderes de la Unión, corazón del país y hogar de millones de mexicanos.

El Presidente dijo que la promulgación de esta reforma política representa un gran día para el federalismo, para la democracia y la vida republicana del país, para los ciudadanos y habitantes de la Ciudad de México.

Con ella, aseguró, concluye un proceso histórico que demuestra que, más allá de diferencias políticas, es posible sumar en favor de la sociedad mediante el diálogo maduro y constructivo. Dijo que hoy la democracia mexicana avanza en el largo proceso histórico que ha dado forma a las instituciones y al régimen jurídico del país.

“Así se escribe la historia, con determinación y visión de futuro, poniendo por delante las aspiraciones y demandas de la sociedad para concretar las reformas y cambios que requiere cada generación”, destacó. Añadió que cuando los mexicanos se lo proponen, no hay meta que no puedan alcanzar.

Es un hito en el país. Ante los asistentes, entre ellos Juan Francisco Ealy Lanz Duret, director general de EL UNIVERSAL, el Presidente de la República sostuvo que lo más importante de esta reforma es que ahora los habitantes de la capital gozarán de una Carta de Derechos propia, acorde a sus libertades y aspiraciones.

“Por eso, el siguiente paso de la mayor trascendencia es establecer la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México en los términos y plazos que dispone el decreto, donde se señala que el titular del Ejecutivo designará a seis de los 100 diputados constituyentes.

“En consecuencia, mi compromiso es seleccionar para esta responsabilidad a mujeres y hombres de excelencia, que más allá de su origen partidista acrediten su conocimiento y compromiso con la Ciudad de México y con el país”, aseguró.

Dijo que la Asamblea será “un hito” en la historia política reciente y merece que sus integrantes desempeñen su encomienda con responsabilidad y eficacia, con una visión de Estado “que esté por encima de los intereses de las fracciones y partidos políticos”.

El presidente Enrique Peña Nieto señaló que el objetivo es que quienes conformen esta Asamblea Constituyente honren el ejemplo de sus antecesores “en la noble y trascendental responsabilidad” de diseñar las normas e instituciones del pacto social del país.

Hizo votos porque el paso para dar curso a la creación de la Asamblea Constituyente lleve a un escenario de calidez de derechos para la sociedad de la capital, “de la que todos los mexicanos nos sentimos orgullosos”.

Puso énfasis en que el reconocimiento constitucional a la autonomía de la Ciudad de México es resultado del esfuerzo de varias generaciones y refleja la capacidad de los actores políticos para concretar acuerdos sobre asuntos fundamentales.

Enfatizó que la ciudad ahora tendrá autonomía en su régimen interior y su organización política y administrativa, que se fortalecen los derechos de sus ciudadanos para participar democráticamente en la solución de los problemas y desafíos de la urbe.

Además, señaló que se robustece su participación en el pacto federal, pues la Asamblea Legislativa del Distrito Federal ahora formará parte del Constituyente Permanente y los poderes de la ciudad podrán ejercer todas las facultades que no estén expresamente conferidas a la Federación.

Agregó que la transformación de las actuales delegaciones en alcaldías es un paso adelante en el concepto de Federación, fortalecimiento de la democracia y pluralidad política. Comentó que con esta promulgación concluye un debate que inició en 1824.

Hizo notar que la Ciudad de México ha sido parte fundamental de la historia de la nación, con el origen del Escudo Nacional, la ciudad de Tenochtitlan y los primeros antecedentes de la independencia política del país.

Destacó que en la capital se gestó la Reforma, se pintaron las obras más representativas del muralismo mexicano, se firmó el Tratado de Tlatelolco, es cuna de científicos y artistas reconocidos, aloja museos, es sede de los Poderes de la Unión, de la UNAM y del IPN, y tanto su Centro Histórico como el pueblo de Xochimilco son patrimonio cultural de la humanidad.

Sin trasfondo político. El presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, sostuvo que esta reforma no sólo es un cambio de nombre del DF a la Ciudad de México, y negó que su aprobación haya sido para repartirse espacios de poder entre partidos políticos. Por el contrario, aclaró, se busca autonomía de gobierno, desde la capacidad financiera hasta las políticas públicas.

“Hoy culmina un consenso e inicia un nuevo proceso constitucional en el que se buscará suplir carencias. La tarea apenas comienza”, indicó.

El presidente de la Cámara de Diputados, el perredista Jesús Zambrano, comentó que la construcción de una nueva Constitución para la Ciudad de México es un ejemplo de que se puede impulsar una nueva Carta Magna nacional.

“Es importante cuestionarse si en estos momentos es necesaria una nueva Constitución para el país o nos quedamos con la de 1917 y la seguimos reformando”, expresó.

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