La coalición inter nacional antiyihadista, dirigida por Estados Unidos, prometió ayer erradicar la “amenaza planetaria” del grupo Estado Islámico (EI), en una reunión ensombrecida por un atentado en Londres y un mortífero ataque contra civiles en Siria.

El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, recibió en Washington a decenas de homólogos extranjeros, algunos inquietos por el riesgo de unilateralismo del gobierno del presidente Donald Trump.

El mandatario republicano pretende aumentar 10% el presupuesto de defensa y reducir 28% el de diplomacia, y ha pedido al Pentágono un plan destinado a acabar con el grupo EI y “erradicar del planeta a ese enemigo abominable”.

En ese mismo tono bélico, los 68 miembros de la coalición dijeron en su declaración final estar “unidos en [la] determinación de eliminar esta amenaza planetaria”.

Tillerson denunció una “fuerza mundial del mal” y prometió la inminente “muerte” de Abu Bakr al Bagdadi, líder del EI, como ocurrió con el fundador de Al-Qaeda, Osama bin Laden, en mayo de 2011.

“Es sólo cuestión de tiempo”, aseguró el secretario de Estado.

Y lanzó un mensaje a quienes les preocupa un repliegue estadounidense en Medio Oriente: “Vencer al EI es el objetivo número uno de Estados Unidos en la región”.

Esta décima reunión de la coalición, lanzada en septiembre de 2014 por el entonces presidente Barack Obama, se vio eclipsada por el atentado de Londres que dejó al menos cinco muertos y decenas de heridos.

También se vio ensombrecida por la muerte de al menos 40 civiles cerca de Raqa, capital de facto del EI en Siria, en un ataque presuntamente perpetrado por esta coalición sobre una escuela en la que se refugiaban personas desplazadas.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), el ataque se produjo el martes por la mañana en el sur de Al Mansura, una ciudad tomada por el EI en esa provincia septentrional de Siria.

“Eran desplazados de Raqa, Aleppo y Homs”, aseguró el director de la ONG, Rami Abdel Rahman. “Todavía están sacando cuerpos de entre los escombros. Sólo dos personas fueron rescatadas con vida”.

La coalición informó de que iniciará una investigación sobre el ataque contra civiles.

Antes del inicio de la reunión en Washington, habían surgido desacuerdos entre algunos países sobre la estrategia a seguir para recuperar los dos bastiones del EI: Raqa en Siria y Mosul en Irak.

En el caso de Raqa, Estados Unidos y Turquía no coinciden en la fuerza que debe llevar a cabo el asalto final de la ciudad. Ankara rechaza que las milicias kurdas del YPG, a las que considera un grupo “terrorista” participen, aunque son la punta de lanza de la coalición árabo-kurda de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS). El Pentágono considera que son las más cercanas a recuperar Raqa.

La coalición también se debate sobre el futuro estatuto de los territorios liberados en Siria: autonomía o regreso al régimen. Tillerson fue claro: “Como coalición, no nos ocupamos de construcción nacional ni de reconstrucción”.

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