El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, informó ayer que se está intensificando la seguridad en la ciudad ante posibles amenazas terroristas en los próximos días, en el marco de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.

Fuentes de los servicios de inteligencia de Estados Unidos citados por el canal CBS apuntaron que existe una amenaza de atentado de Al-Qaeda para el próximo lunes, en la víspera de los comicios, y que los principales objetivos serían Nueva York, Texas y Virginia.

“No está clara la credibilidad de todo ello”, pues la alerta es “poco específica”, señaló a la estación de radio WNYC De Blasio, quien al mismo tiempo apuntó que la policía en la Gran Manzana “está vigilante” y aumentará estos días su seguridad tanto por las elecciones del martes como por el maratón del domingo.

Las fuerzas de seguridad planean “una presencia policial extraordinaria”, dado que ambos candidatos están preparando las celebraciones de su victoria en Nueva York. El republicano Donald Trump recibirá los resultados desde el Hilton de Midtown, mientras que la demócrata Hillary Clinton lo hará el Centro de Convenciones Javits Center, en Manhattan.

El gobernador del estado, Andrew Cuomo, dijo que está en coordinación con las autoridades federales para el aumento de la vigilancia e indicó que la Guardia Nacional de Nueva York desplegará 700 efectivos en la región metropolitana. La policía estatal pondrá estos días sobre el terreno sus grupos especiales, servicios de inteligencia y operativos caninos y equipos de emergencia.

Las posibilidades de disturbios han ensombrecido una campaña presidencial ya hostil entre Clinton y Trump, que se prevé sea bastante cerrada.

De hecho, por primera vez en la campaña electoral Hillary Clinton cayó debajo de los 270 votos electorales requeridos para ganar el Colegio Electoral y la Casa Blanca el próximo martes, reveló ayer la cadena CNN.

La demócrata, quien se había mantenido por arriba de ese número desde el inicio de su campaña en el recuento de la televisora, aparecía hasta esta semana con 272 votos electorales frente a los 179 para Trump, pero a cuatro días de las elecciones, las encuestas después de las revelaciones del FBI colocan a Clinton con 268 votos electorales, dos menos de los necesarios para ganar, y a Trump con 204.

El cambio obedeció a que los estados de Ohio y Utah pasaron, de ser entidades “en juego” a “inclinadas” por los republicanos, al igual que el segundo distrito de Maine, uno de los pocos estados que asignan votos electorales por cada distrito. New Hampshire pasó de la columna de las entidades que se inclinan por los demócratas a estado “en juego” en las elecciones.

Trump mantuvo ayer sus ataques contra Clinton, y ayer aseveró, en Atkinson, New Hampshire, que ella es una persona “inestable” que conduciría a Estados Unidos a una Tercera Guerra Mundial por su intervención en Siria.

Las acusaciones del republicano fueron la respuesta a los señalamientos de la campaña de Clinton respecto a que él “no es apto” para gobernar. A esos comentarios se sumó ayer el presidente Barack Obama, quien dijo en Carolina del Norte que el magnate “viola” los valores de EU y está “descalificado” para ocupar la Casa Blanca.

En tanto, la agencia Associated Press obtuvo archivos contables según los cuales la esposa de Trump, Melania, recibió pagos por un total de 20 mil 56 dólares por 10 trabajos de modelaje en EU en las siete semanas previas al momento en que obtuvo permiso legal para trabajar en el país. Ella afirma que nunca violó los términos de su estatus migratorio.

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