París.— La constante amenaza terrorista ha provocado el desplome del turismo en Francia, que contaba con el mayor número de visitantes a nivel mundial. El sector turístico, que representa 7% del Producto Interno Bruto (PIB) de Francia y genera 2 millones de empleos, directos e indirectos, se tambalea desde los atentados de 2015.

La llegada de extranjeros por avión a Francia se redujo 8.8%, entre el 15 y el 23 de julio pasados, exactamente un día después del atentado en Niza.

De acuerdo con la empresa ForwardKeys, que analiza más de 14 millones de reservas de vuelos en todo el mundo diariamente, la masacre también provocó la caída de reservaciones con destino al país, que se redujo en 20%. La crisis de incertidumbre e inseguridad que atraviesa Francia ha derivado en la reducción invariable de visitas, con una disminución registrada de enero a julio de 5.8%, en comparación con el mismo periodo de 2015.

Niza acoge cada año a 4 millones de visitantes en sus numerosos hoteles de lujo, casinos y palacios. “Ya hemos tenido cancelaciones masivas”, dijo Denis Cippoloni, presidente de los hoteleros de Niza y miembro del Umih, el principal sindicato hotelero. Además, en los últimos días han sido cancelados diversos eventos culturales, ante el temor de que se produzcan nuevos atentados.

La víspera, el alcalde de Marsella, Jean-Claude Gaudin, anunció la cancelación del show de las Patrullas de Francia, el escuadrón acrobático de la aviación transalpina, previsto para el 13 de agosto, y al que se esperaba la asistencia de miles de personas. El municipio de La Baule, conocida localidad balnearia sobre la costa atlántica, canceló el espectáculo de fuegos artificiales de agosto.

Los eventos cancelados son solo un aspecto del difícil momento que vive el turismo en la nación.

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