China aprobó el jueves una ley para endurecer el control sobre las organizaciones no gubernamentales extranjeras, al someterlas a una estrecha supervisión policial. Se trata de un nuevo movimiento de las autoridades para reducir lo que perciben como amenazas a la seguridad nacional.

La ley, aprobada por la legislatura nacional, establece que las ONG extranjeras no deben poner en peligro la unidad étnica y la seguridad nacional de China. También concede competencias a la policía para interrogar a los administradores, registrar sus instalaciones y confiscar equipamiento.

La iniciativa ha provocado críticas de autoridades, empresas y organizaciones académicas en Estados Unidos y Europa. Las voces críticas temen que la ley restrinja de forma considerable las actividades de una amplia variedad de grupos, limitando aún más el desarrollo de la sociedad civil en China y socavando la circulación de organizaciones no gubernamentales entre China y el resto del mundo.

jram

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