Washington.— En un desesperado intento por frenar su avance hacia la nominación, los adversarios de Donald Trump buscaban evitar ayer a toda costa la victoria que le auguran la mayoría de las encuestas en las primarias de hoy en Utah y Arizona.

Su posición extrema en el frente migratorio, sus insultos contra los inmigrantes de origen mexicano y el apoyo del polémico alguacil Joe Arpaio han colocado a Trump al frente de las preferencias con una ventaja de hasta 13 puntos porcentuales en ese estado considerado como la zona cero de la lucha contra la inmigración.

“Estoy convencido de que tras esta victoria y la suma de los 58 delegados no tendremos muchos problemas para llegar fácilmente a los mil 237 que necesitamos para la nominación”, aseguró ayer Trump. “No creo que vaya a haber una pelea en la convención de julio en Cleveland”, recalcó el magnate al término de un encuentro con varios integrantes del Partido Republicano que ayer le reiteraron su apoyo.

El magnate también dio pasos para mostrarse como un político confiable, al dar a conocer nombres de algunos de sus asesores de política exterior y comprometiéndose a designar entre siete y 10 personas como candidatos a la Corte Suprema de Estados Unidos.

Además, el millonario garantizó su apoyo incondicional a Israel y endureció su postura contra los palestinos, después de que la ex secretaria de Estado Hillary Clinton y sus dos rivales en la carrera republicana a la Casa Blanca lo acusaran de ser “neutral” en ese conflicto.

Además, ayer se reveló que los analistas Harry Enten y Nate Silver vaticinaron que el millonario podría quedarse con mil 208 delegados, tras las primarias del próximo 7 de junio en California. Situación que lo obligaría a recabar el apoyo de varios delegados en la convención de julio en Cleveland, Ohio, para asegurarse la nominación.

Ted Cruz y John Kasich, senador por Texas y gobernador de Ohio, respectivamente, insistieron en presentarse como “la única alternativa” al magnate que lidera la contienda con 678 delegados. Al lado de Cruz decidió hacer causa común Mitt Romney, ex candidato presidencial, quien ayer inició una intensa campaña en Utah en favor de Cruz. Kasich, el gobernador de Ohio, quien sólo acumula 143 delegados, reconocía ayer que podría perder en Arizona o en Utah, pero se resistió a dejar la contienda.

En el bando demócrata, las preferencias se dividían entre Hillary Clinton, la gran favorita en el estado de Arizona, y su adversario, Bernie Sanders, quien podría dar la sorpresa en el estado de Utah.

Con información de agencias

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