Buenos Aires.— Los candidatos a la presidencia de Argentina realizaron ayer sus cierres de campaña y los dos principales polemizaron sobre la posibilidad de que se produzcan irregularidades en los comicios del domingo, que según los pronósticos serán muy reñidos, lo que dificultaría una definición en primera vuelta.

El opositor Mauricio Macri, del frente Cambiemos, dijo a Radio Mitre que existe el riesgo de que se cometan anomalías al señalar que “el sistema de votación es arcaico y se presta a la trampa”.

El dirigente conservador, quien cerró campaña en el estadio Orfeo de la provincia de Córdoba, pidió a su rival Daniel Scioli, del oficialista Frente para la Victoria, que “se haga responsable” de la transparencia de los comicios ya que, consideró, “es el más interesado en que la sociedad le reconozca la legitimidad”, en caso de resultar el más votado.

Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, es el favorito, pero aún es incierto si conseguirá 45% de apoyo o por los menos 40% y una diferencia de 10 puntos o más sobre su rival opositor para evitar una segunda vuelta.

Ayer mismo, el gobierno argentino certificó el software que se usará en el recuento provisional de los resultados de la votación, en un acto en el que participaron representantes de distintos partidos políticos, informaron fuentes oficiales.

Por su parte, Scioli, quien cerró ayer su campaña con un mitin en la capital argentina, prometió que, de llegar el gobierno, modificará el impuesto a la renta que pesa sobre el salario de los trabajadores.

“Vamos a tomar una medida de fondo en materia de Impuesto a las Ganancias. Un trabajador o jubilado que gane menos de 30 mil pesos [unos 3 mil 151 dólares] neto de bolsillo no va a pagar ese impuesto”, expresó en un comunicado.

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