Integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) empezaron a sembrar árboles en las parcelas del núcleo ejidal de Tocuila para evitar que continúen los trabajos de construcción de la autopista Pirámides-Texcoco, que conectará al Nuevo Aeropuerto internacional de la Ciudad de México (NAICM) y para demostrar que esa zona aún es fértil y no improductiva como algunos funcionarios de los tres niveles de gobierno aseguran.

Hasta ahora han colocado casi un centenar de especies y esperan sembrar más en esa franja en los próximos días.

“La acción es más simbólica pues al sembrar los árboles les estamos diciendo al mundo que estas tierras son de cultivo y su vocación es totalmente ecológica y en beneficio del medio ambiente y que construir un aeropuerto aquí, así como una autopista y la infraestructura necesaria para un proyecto de ese tipo, terminaría con ésta vocación de nuestras tierras”, dijo Ignacio del Valle Medina, líder del FPDT.

Los campesinos se dieron a la tarea de trasladar los árboles que tenían en sus comunidades para formar una franja verde que contrasta con el gris y negro de la autopista Peñón-Texcoco, que se encuentra a menos de medio kilómetro de distancia.

En esa área la constructora Cypsa Vise quería continuar con el trazado de la autopista Pirámides-Texcoco para conectarla a la Peñón-Texcoco, pero lo miembros del FPDT lo impidieron y corrieron en varias ocasiones a los empleados, a los que obligaron a sacar las máquinas que ya efectuaban trabajos.

“Que entiendan que no queremos un proyecto aeroportuario en nuestras tierras y que realizaremos todas las acciones y movilizaciones posibles porque se respetado nuestro derecho a conservarlas. Además queremos enfatizar en que la constructora y el gobierno ha violado el amparo que tenemos y que nos otorgó el juez”,  advirtió Del Valle Medina.

El Juzgado Noveno de Distrito del Estado de México les otorgó un amparo a los integrantes del núcleo ejidal de Tocuila, Texcoco, para impedir que sean despojados de sus parcelas y para que no sea construida en ellas la carretera de peaje.

Hace dos semanas, los campesinos desviaron las aguas residuales, que se encuentran en el límite de la zona federal, donde se realizan obras complementarias del NAICM, hacia una parte de sus tierras para tratar de evitar que la constructora siguiera con el proyecto carretero.

Dentro de sus tierras de cultivo instalaron un campamento para vigilar de manera permanente sus parcelas, pues durante las noches y madrugadas los trabajadores de la constructora se metían para efectuar las obras del camino de cuota.

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