Desde hace 23 años, Anselma Juárez Hernández, se dedica a hacer tortillas, oficio en el que se esfuerza a diario para sacar adelante a sus tres hijos y brindarles la posibilidad de un mejor futuro.

Combina esta actividad con el ser madre, esposa e hija dentro de un cuarto construido a base de carrizo y lámina en Santo Tomás Mazaltepec, en el Valle de Etla, donde pasa la mayor parte de su tiempo.

Es de estatura media, morena, hablante del zapoteco (lengua en la que se hizo esta entrevista) e indígena de la zona.

Mientras elabora sus tortillas en la noche de este lunes, invita a esta reportera un café para mitigar el frío y hacer amena la conversación.

"Me gusta esta actividad aunque me hubiera gustado ser otra cosa; hacer tortillas es pesado y sucio, porque hueles a humo, estás en medio del fuego y también hay que tener mucho cuidado", señaló.

El bracero de Anselma tiene ardiendo 3 piezas de leña, el fuego dora las tlayudas que tiene en el comal.

Las manos de la mujer resisten el calor, tocan el agua y aprietan la prensa para sacar uniformes las piezas, porque ahí está la clave para que puedan cocerse bien.

Ella desertó de la Telesecundaria y culminó el nivel por medio del Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA).

Para Anselma sus tesoros son sus hijos, de 21, 17 y 12 años de edad, "quisiera que ellos estudien, que sean algo en la vida y que tengan mejores oportunidades, lo que uno no tiene", expresó.

Porque aunque esta actividad le deja recursos económicos para solventar algunos gastos junto con su marido, es muy pesado, exclamó.

Juárez Hernández, elabora al día unos 25 kilos de tortilla; para eso, desde la noche anterior pone a cocer su nixtamal.  Al día siguiente se levanta muy de temprano y a las 5 de la mañana acude al molino, mientras ya puso a calentar el bracero.

Anselma, después de una hora, ya tiene las primeras tortillas, ya sean tlayudas o blanditas para vender en el pueblo o llevar a la plaza en la Villa de Etla.

Unas 10 horas intercaladas forman parte de su jornada diaria de trabajo, de lunes a domingo. "A veces me siento ya cansada y fastidiada y me digo que hay que dedicar un tiempo a mi, y me pongo a ver la televisión un rato; para mi no hay otra diversión más que eso", expresa.

Esta es el oficio que le heredó su mamá, pues desde pequeña aprendió a llevar las manos al comal.

"No me interesó irme a Estados Unidos, tampoco me fui a la ciudad de México; no conozco ni siquiera cómo es la capital", señala.

A ella le hubiera gustado ser más libre y disfrutar más tiempo con sus hijos, pero se consuela que en su matrimonio no hay golpes, ni agresiones.

Anselma sabe que este 8 de Marzo es el Día de la Mujer y se apresura porque a lo mejor del programa Prospera las llamarán para alguna actividad.

"Veo que ahora las mujeres tenemos más derechos, escucho que no hay que dejarnos agredir, que en caso de sufrir algo así, debemos denunciar para que se castigue, ya está penada la agresión contra las mujeres", dijo.

cfe

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses