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El productor de Televisa Nacho Sada recuerda las palabras de Valentín Pimpstein cuando defiende las telenovelas. “Son una oferta de esperanza, nos invitan a soñar, a entretenernos. Las series pueden tener otros matices, más realismo y la telenovela es un cuento siempre, yo creo que aunque telenovela como tal, debemos contar las cosas de manera congruente”, dijo durante la misa de la telenovela Mi adorable maldición ayer en las instalaciones de Televisa San Ángel.

La historia es protagonizada por Renata Notni y Pablo Lyle, así como Patricia Navidad, Ernesto Gómez Cruz, Maya Mishalska, Laura Carmine, Aldo Guerra y Alejandro Ávila.

El productor señaló que la historia tendrá su realismo mágico mezclado con actualidad para poder tener el interés del público.

“Las telenovelas son parte fundamental de la cultura el pueblo mexicano, México y Televisa han sido la principal productora de contenidos de habla hispana de telenovelas para el mundo entero”, afirmó.

Estas historias producidas en el país aún siguen siendo de interés para Europa pues al preguntarle sobre los lugares que más compran melodramas mexicanos y cuál es de su producción respondió:

“El referente inmediato es Simplemente María que está vendida en Polonia, Italia, Ucrania; en fin, los países de Europa del Este también tienen mucho arraigo con nuestras historias y Sudamérica, todo lo que es Argentina, Ecuador, Perú. Sí son más de 100 países los que compran el producto mexicano”, destacó.

Además de Simplemente María, el productor estimó —porque negó tener números— que otra de las más vendidas sería Un refugio para el amor.

La nueva telenovela de Sada se estrenaría el próximo enero en horario de las 17:00 horas.

Sobre los recientes cambios en Televisa, el productor comentó: “Siempre son buenos, renovarse es lo importante, si bien estamos atravesando por momentos un poquito complicados en todos estos sentidos, puedo tratar de estar siempre a la vanguardia y ofrecer productos que resulten del interés del público”, destacó.

Las locaciones de la telenovela son Nopala, en Hidalgo, y la Ciudad de México.

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