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Hace dos décadas, pensar en disfrutar de un concierto de metal era hablar de lugares under como El Multiforo Alicia, El Chopo o El Circo Volador.

Hoy esa perspectiva ha cambiado ya que la globalización ha alcanzado a este género musical. Las productoras desde hace un par de años han visto en este género a su nuevo negocio.

No es de extrañar que cuando se dio a conocer el cartel 2016 del Corona Hell and Heaven hace un mes, lo primero que saltó a la vista de los metaleros fue el alto costo que este festival puso.

Con respeto a la edición 2014, el espectáculo metalero —que pasó de estar planeado para llevarse a cabo en Texcoco a finalmente quedarse en el Autódromo de los Hermanos Rodríguez— tuvo este año un incremento considerable y que en algunas localidades se nota un incremento del 38% respecto al año anterior, eso sin contar que adquirirlos por internet genera un costo aún mayor. .

Es decir, este año comprar un ticket para zona preferente cuesta mil 800 (2 mil 152 vía ticketmaster), mientras que en 2014 costaba mil 300. Lo mismo sucedió con los paquetes VIP que ahora cuesta 2 mil 900 (3 mil 374 ​a través de la compañía de venta de boletos) cuando en la edición anterior costaban 2 mil 500.

​De los tres tipos de boletos el único que bajó fue la entrada general, al pasar de tener un costo de mil 50 pesos en 2014 a 880 (mil 46 con ticketmaster) este año, que un decremento del 20%. ​El precio provocó críticas de algunos metaleros que dicen no estar de acuerdo, pues eso está en contra de lo que representa el metal.

Ahora, el Hell and Heaven se pone a la altura (por lo menos en el precio de sus boletos) de encuentros musicales con grandes producciones como el Electric Daysi Carnival (EDC), El Corona Capital o El Vive Latino.

Para Paco Castorela, fundador del Hell And Heaven pero que ahora sólo trabaja como asesor, en México el problema es que ante el creciente público amante del metal, las empresas han empezado a lucrar con estos shows. Argumenta que se lo han quitado a productores independientes, cuyos precios eran más accesibles, y que han inflado a los festivales como el que él ayudó a crear.

Es decir, ir a una tocada en El Salón Vive Cuervo, El Multiforo Cultural Alicia o hasta el Centro de Convenciones Tlatelolco no pasaba de 500 pesos, cuando ahora esas mismas agrupaciones en foros como el Pepsi Center, Palacio de los Deportes o El Foro Sol han aumentado sus precios al doble.

“En México actualmente existe una mafia de los que hacen shows de metal, las bandas también han visto que los metaleros en México pagan lo que sea por ver a sus bandas y ahí es donde se aprovechan; antes los conciertos eran más baratos”, explicó Castorela a EL UNIVERSAL.

Si bien en Estados Unidos los festivales de metal llegan a tener precios equiparables a los que actualmente se manejan en México, también existen otros como Communion of Darkness, Doomed and Stoned Fest o el California Deathfest, cuyo costo es mínimo y va de los 10 a los 60 dólares. Y ahí se presentan algunos de los exponentes que también trae festivales como el Hell and Heaven en México.

“Ahora las bandas saben que en México pueden hacer su agosto y cobran hasta cinco veces más de lo que llegan a cobrar en otros países, además las productoras también abusan de los precios”, dijo el promotor mexicano.

Aunado a esto, el poder adquisitivo en ambas naciones es distinto. Mientras que en el país del norte pagar por un boleto de 50 dólares equivale al salario de unas horas, en México adquirir un ticket del mismo precio equivale al salario de semanas.

Castorela señaló que una de las razones principales por las que el festival de metal ha incrementado sus precios se debe a que la empresa que lo organiza (Live Talent) desea posicionar al Hell And Heaven en la categoría del Corona Capital.

“Parte de un ejercicio de los organizadores, que quieren posicionar al Hell and Heaven como un tipo de festival similar a los Corona Capital, son criterios de la empresa, pero ellos dicen que si el público paga altos precios por festivales como esos, porque no lo harían por el de metaleros”, explicó.

Pese a estos abusos, Paco Castorela advierte que nada de esto podrá revertirse hasta que el público ponga un alto y deje de comprar a altos costos por festivales y conciertos, pues mientras las localidades se sigan vendiendo, las promotoras como Live Talent, Ocesa u otras seguirán incrementando costos.

Hasta este fin de semana, los boletos para el Hell and Heaven estaban a punto de agotarse, a tan sólo unos días de que se lleve a cabo.

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