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Tan rápido como fueron seleccionados en el pasado Draft, los quarterbacks Jameis Winston, de los Buccaneers de Tampa Bay y Marcus Mariota, de los Titans de Tennessee (pick 1 y 2 respectivamente), se enfrentarán en la semana uno para despejar algunas de las interrogantes que se crearon antes, durante y después de la decisión que tomaron las gerencias el 30 de abril de este año.

El estadio Raymond James será el escenario donde se dispute el partido. Winston es egresado de los Seminols de Florida State, que tienen un sistema “Pro”, lo cual podría beneficiar a Jameis al acoplarse más rápido al libro de jugadas de Tampa Bay. Mariota, quien fue referente de los Ducks de Oregon, proviene de una ofensiva ‘spread’ con mayor versatilidad.

Aunque pocos de los analistas consideran que en alguno de este par de elementos esté el ganador del Novato del Año, sin duda que la mañana del domingo tendrán decenas de reflectores que apuntarán a cada acierto y error que sumen Winston y Mariota en el campo de juego.

Jameis reúne un paquete que lo hace peligroso en la bolsa de protección, al obtener tiempo que después aprovecha para sacudir a las defensivas con pases largos, sin embargo sus constantes problemas fuera del emparrillado y las intercepciones que sufrió en su último año de colegial (18), han creado una bruma sobre el futuro de Winston, a quien el coach Lovie Smith contempla como un quarterback de larga vida en su organización.

Después de ganar el trofeo Heisman en 2013, Jameis padeció de acusaciones extra deportivas en su universidad y de un aumento de pérdidas de balón, pues de 10 intercepciones y 40 touchdowns en aquella histórica temporada para él y su universidad, pasó a 18 y 25 pases de anotación. La mayoría de sus pérdidas fueron ante la presión que le generaron los disparos defensivos. Algo que podría repetirse ante la velocidad con la que se juega en la NFL y la poca experiencia que reunió en la NCAA (dos temporadas).

Con mayor velocidad de piernas Mariota es la alternativa que tomaron los Titans y desean convertirlo en su nuevo líder ofensivo. Con mejor pretemporada que Winston, Marcus tampoco ha logrado sacudirse las críticas de los conocedores, que lo colocan como un quarterback con un brazo débil, aunque también tiene un Heisman y llevó a los Ducks a la final por el Campeoanto Nacional en 2014.

Dentro del cuerpo de corredores que arribaron a la NFL esta temporada sobresale Melvin Gordon, quien fue tomado en la posición 15 de la primera ronda por los Chargers de San Diego. En su etapa con Winsconsin, Gordon llegó a tener el récord de más yardas en un partido al correr 408 ante Nebraska. Melvin aprovechará la buena línea ofensiva de San Diego y promete rebasar las mil yardas.

Seleccionado cinco rondas antes por los Rams de San Luis, Todd Gurley es otro backfield que seduce el ojo por su forma elusiva de correr con el ovoide. Con un parecido a Eddie George, Gurley, egresado de Georgia, puede ser el arma que Jeff Fisher necesita para dar el siguiente paso con los Rams.

Por aire, las manos del receptor Amari Cooper, que fue elegido por los Raiders de Oakland, son las que llaman la atención, junto con Kevin White que los Bears de Chicago tomaron también en primera ronda, pero que no podrá ver acción debido a una lesión.

La defensiva frontal de los Jets de Nueva York será aún más violenta con el arribo del ala defensiva Leonard Williams, quien en la Universidad del Sur de California acumuló 80 tacleos y siete capturas de quarterback en la temporada del año pasado.

Como en 2012, la clase de novatos de esta temporada será recordada por la elección de quarterbacks en los picks uno y dos, como fue Andrew Luck que ahora es parte de la élite de la NFL y Robert Griffin III, que ya no es titular de los Redskins. Veamos qué pasa ahora con Winston y Mariota.

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